miércoles, 16 de diciembre de 2020

THE WILDS

 Ficha técnica

Título: The Wilds
Guión: Sarah Streicher
Director: Susanna Fogel
Año: 2020
País: Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Rachel Griffiths, Sarah Pidgeon, Shannon Berry, Erana James, Carter Hudson, Jenna Clause, Mia Healey, Troy Winbush, Helena Howard, Quynh Chi Nguyen, James Fraser, Emmett Skilton, Alison Bruce, Tandi Wright, Sophia Taylor Ali, Jarred Blakiston, Reign Edwards, Richard Knowles, Jose Velazquez, Joe Witkowski, Sophia Taylor Ali, David Sullivan, Bree Peters
Productora: Amazon Studios
Fotografía: Ed Wild
Música: Cliff Martinez
Género: Drama. Ginetopía.



“Y cuando quieran buscar la causa, no pierdan el tiempo con la isla. No les llevará a nada”.


The wilds es una de las producciones con las que Amazon Studios finaliza este 2020. Bajo la dirección de Susanna Fogel, directora de los dos primeros capítulos de la serie de HBO The flight attendant, The wilds comienza con el relato de un grupo de adolescentes que se encuentran en aislamiento tras ser rescatadas de la isla en la que quedaron varadas tras un accidente de avión.

Desde que se dio a conocer parte de la trama de la producción que estaba preparando Amazon Studios las comparaciones fueron inmediatas. Todas las opiniones apuntaban a una mala copia de la ya mítica Lost con una buena dosis de drama adolescente. Sin embargo, para sorpresa y fortuna de todos, The wilds solo tiene de Lost la similitud con el escenario y el accidente aéreo. Tras visionar los dos primeros capítulos el espectador puede reconocer una trama bien elaborada, con una pincelada de El show de Truman, y con una estructura temporal que nos lleva de viaje entre causa y efecto alternando el relato actual de las chicas, su vida en la isla, y los problemas de su vida antes de subir al avión. A medida que pasan los capítulos las chicas se preguntan qué hacen allí, y nosotros nos lo preguntamos con ellas. Y cada respuesta que se da a estas preguntas es más sorprendente y construye una historia novedosa desde el terreno del drama adolescente que poco tiene que ver con las bajas expectativas con las que se estrenaba el pasado 11 de diciembre.

El hecho de que el grupo de náufragos estuviera formado solo por chicas ya era uno de los reclamos de la serie. Y, sin desvelar demasiado, poco a poco la isla se convierte en una especie de “ginetopía” (término con el que Ursula Le Guin se refiere a una sociedad gobernada por mujeres, haciendo referencia al libro La citè des dames, de Christine de Pizan) que cuestiona el papel de la mujer en la sociedad y el papel que podría tener en una sociedad futura. 

The wilds nos desvela a lo largo de sus diez capítulos un entramado de reflexión y reconstrucción de la estructura socialmente establecida a lo largo de la historia, una reflexión llevada a cabo con unos métodos extremos y poco ortodoxos. La nueva serie de Amazon Studios ha superado con creces las expectativas que se pusieron en ella, y finaliza con la clara promesa de una segunda temporada que volverá a romper todos nuestros esquemas. 

lunes, 30 de noviembre de 2020

30 MONEDAS

Ficha técnica

Título: 30 Monedas
Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
Dirección: Álex de la Iglesia
Año: 2020
País: España
Temporadas: 1
Reparto: Eduard Fernández, Megan Montaner, Miguel Ángel Silvestre, Macarena Gómez, Manolo Solo, Pepón Nieto, Carmen Machi, Secun De La Rosa, Paco Tous, Javier Bódalo, Jaime Ordóñez, Francisco Reyes, Mafalda Carbonell, Julián Valcárcel, Abril Montilla, Mariana Achim, Cosimo Fusco, Bianca Kovacs, Johnny Melville, Riccardo Frascari, Nourdin Batan, Oscar Garcia Martin, Leonardo Nigro, Manuel Tallafé, Mariano Venancio, Enrique Martínez, José Alias, Carla Tous, Antonio Durán, Jorge Andreu, Nacho Braun, Elisa Matilla, Nuria González, Greta Fernández
Productora: Pokeepsie Films, Greenlit Productions, HBO
Fotografía: Pablo Rosso
Música: Roque Baños
Género: Thriller, terror


“La mente crea la realidad, no al revés…  pase lo que pase, veas lo que veas, niégalo. Cierra tu mente” 


Álex de la Iglesia ha sido, desde sus inicios, el claro ejemplo de que en España se puede hacer un cine divergente, elocuente, rico en contenido y único en la forma. Las producciones del director pueden gustar más o menos, pero lo que está claro es que no dejan indiferentes. El cineasta, a pesar de su éxito y el hueco que ha logrado abrirse en la industria, sigue guardando la esencia rompedora y provocativa de Mirindas asesinas y, con esta esencia, vuelve a sus inicios con una temática que recuerda mucho a la premisa de El día de la bestia, una de sus primeras películas.

30 Monedas comienza con el robo en Suiza de una de las 30 monedas de plata por las que Judas traicionó a Jesucristo. Más tarde, esa moneda aparece en manos de un cura en un pequeño pueblo de España. Con este hallazgo comienzan una serie de fenómenos paranormales en el pueblo que se desencadenan  a raíz de la llegada de un bebé, nacido de una vaca, a una familia del pueblo que perdió a su hijo hace años, en una versión un poco más sangrienta y estrambótica de El milagro de P. Tinto.

En esta serie vemos reminiscencias de algunas producciones internacionales de los últimos años como Stranger things o Penny dreadful, todo con el singular e indiscutible sello del cine de Álex de la Iglesia. Llevábamos mucho tiempo con esta serie en nuestras listas de estrenos pendientes, y parece que la espera ha merecido la pena. Álex de la Iglesia nos propone nuestra propia producción nacional sobre la lucha entre el bien y el mal, los males ocultos en las entrañas de nuestro mundo, con una buena dosis de surrealismo y efectos especiales que en su forma de hacer cine quedan totalmente integrados en la trama, conviviendo perfectamente con el resto de los elementos. 

Desde el inicio la serie es un disparo a bocajarro. Comenzamos el primer capítulo boquiabiertos con una potente realización que nos engancha durante los siete primeros minutos que aguantamos frente a la pantalla sin un solo diálogo. Es complicado clasificar el cine de Álex de la Iglesia en uno de los géneros establecidos. En 30 Monedas tenemos algunos elementos más propios de una sitcom como el escenario en que se desarrolla, un pequeño pueblo de la España rural, algunos diálogos o los personajes arquetípicos y estereotipados: el alcalde, el cura, el tonto del pueblo… Elementos que se encuentran perfectamente acoplados en una trama más cercana al género fantástico y de terror. Una mezcla que, con un toque de surrealismo, sarcasmo y la habitual tragicomedia a la que nos tiene acostumbrados el cineasta, da lugar a algo que solo responde a las leyes del particular modo de contar de Álex de la Iglesia.


Uno de los grandes aciertos añadidos al guión es la elección del elenco de actores que dan vida a unos excéntricos y muy bien construidos personajes. Álex de la Iglesia rescata rostros habituales de la ficción nacional y juega con los límites interpretativos de cada uno de ellos, elevándolos de categoría dentro de una narrativa poco convencional. Es grata y sorprendente la presencia de Miguel Ángel Silvestre en esta producción, y la aparición de Macarena Gómez como parte del elenco confirma que los guiones más extraños y peculiares son los que más favorecen su talento. Pero cabe destacar las actuaciones de Carmen Machi y Eduard Fernández, que son los que llevan el peso de la trama durante el primer capítulo, y de Javier Bódalo con un personaje con una discreta presencia en el primer capítulo pero que promete dar de que hablar a lo largo de la serie. Actuaciones que quedan  subrayadas con unos primeros planos y planos de seguimiento muy narrativos, con una banda sonora que enfatiza el montaje, y con una elección de color muy acertada que deja una imagen algo opaca y con tonos cálidos en total consonancia con la trama y el estilo de la serie. 

Las obras de Álex de la Iglesia siempre son un regalo, una oportunidad para sumergirnos en su particular mundo. 30 Monedas es una serie a la que no le falta detalle, y todos esos detalles están pasados por el filtro creativo de la potente personalidad de Álex de la Iglesia. Dentro de un sector cada vez más masificado de producciones de ficción tanto nacionales como internacionales, De la Iglesia sigue dejando huella con su inconfundible sello y rompe todos nuestros esquemas con cada una de sus propuestas.

jueves, 19 de noviembre de 2020

SOULMATES

Ficha técnica

Título: Soulmates
Guión: William Bridges, Brett Goldstein
Dirección: Brett Goldstein, William Bridges, Rob Savage
Año: 2020
País: Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Steven Mackintosh, Malin Akerman, JJ Feild, Bill Skarsgård, Laia Costa, Darren Boyd, Nathan Stewart-Jarrett, Anna Wilson-Jones, Sarah Snook, Betsy Brandt, David Costabile, Kingsley Ben-Adir, Charlie Heaton, Georgina Campbell, Shamier Anderson, Christian Contreras, John Hollingworth, Sonya Cassidy, Emily Bevan, Sandra Teles, Adam El Hagar, Gonzalo Bouza, Kate Bracken, Karima McAdams, Helen Behan, Afsaneh Dehrouyeh, Rebecca Scott, Crystal Yu, Gabriel Andreu, Lewis Kirk, Sofia Oxenham
Productora: AMC
Fotografía: Philipp Haberlandt, Sergio Delgado, David Rom
Género: Drama, distopía


“Conocer a tu alma gemela es un hecho científico”

Soulmates es la nueva serie de AMC y que cuenta entre su equipo con los coguionistas de Stranger things y Black Mirror, y con la actriz española Laia Costa como protagonista del tercer capítulo. La trama de Soulmates guarda una estrecha relación con Black Mirror en cuanto a la base de la trama principal, un avance científico y tecnológico que permite cambiar los cimientos en los que se ha asentado la sociedad. En principio, un cambio que debería mejorar la vida de todos. 

Soulmates está ambientada en un futuro cercano en el que se descubre la “molécula del alma”, un hallazgo genético que permite conocer de manera inequívoca quién es, en términos científicos y a través de un test, tu alma gemela. En torno a esta premisa la serie se desarrolla en seis capítulos con historias y personajes independientes donde se exploran los pros y los contras de la existencia de este hallazgo.

Los capítulos comienzan con una especie de publicidad de la empresa que realiza los test en el que aparecen varios testimonios que narran cómo les ha cambiado la vida conocer a su alma gemela a través del test. Pero el amor no es una ciencia exacta, y tras este pequeño spot se desarrollan los capítulos que narran las carencias e inconvenientes de esta ciencia.
 
Como en otras series con temática futurista como Black Mirror o Upload, Soulmates se enfoca en narrar lo que conlleva el momento de la transición, el vacío existente entre la vida antes de la nueva tecnología y después de ella. 

Ya desde el primer capítulo se intuye la buena construcción del guion y los constantes giros de la trama que harán que el espectador esté en un vaivén de emociones y un permanente cuestionamiento de lo que supone Soulmates para el desarrollo de la sociedad y las relaciones humanas. Soulmates es un arma de doble filo que pone de manifiesto la buena construcción del guión. Un guión que, a pesar de que pierde algo de fuerza a medida que se suceden los capítulos, denota gran inteligencia emocional a pesar de la racionalización de algo tan irracional como es el amor, en torno a la cual se construye la trama principal.

El hecho de que la serie esté formada por capítulos con historias independientes es positivo, ya que te permite engancharte a la serie en cualquiera de ellos y permite mostrar muchas más perspectivas acerca del problema que se plantea en la trama principal. Para los fans de las series que mezclan la temática futurista y tecnológica con cómo afectan estas a las relaciones humanas, Soulmates es una serie muy recomendable con una propuesta peculiar y algunas reflexiones interesantes.

viernes, 6 de noviembre de 2020

WE ARE WHO WE ARE

Ficha técnica

Título
: We are who we are
Guión: Luca Guadagnino, Sean Conway, Paolo Giordano, Francesca Manieri
Dirección: Luca Guadagnino
Año: 2020
País: Coproducción Italia-Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Jack Dylan Grazer, Jordan Kristine Seamon, Alice Braga, Cloë Sevigny, Faith Alabi, Scott Mescudi, Corey Knight, Benjamin L. Taylor, Tom Mercier, Spence Moore II, Sebastiano Pigazzi, Francesca Scorsese, Jared McNeill
Productora: The Apartment, Wildside, HBO, Hallogram
Fotografía: Fredrik Wenzel
Género: Drama


We are who we are comienza cuando Fraser (Jack Dylan Grazer) se muda con sus madres de Estados Unidos a una base militar en Italia. Allí, Fraser conoce a otros chicos de su edad que viven en la base y con los que continuará el viaje emocional y de autodescubrimiento que supone la etapa de la adolescencia. 

El director de Call me by your name vuelve con una historia que relata y resalta toda la maraña de emociones que tienen lugar en la adolescencia. La búsqueda de nuestro lugar en el mundo, el descubrimiento, el primer amor, la exaltación de la amistad, la exploración de la sexualidad…son los temas recurrentes en las obras de Luca Guadagnino, y son los temas que mueven la trama de We are who we are.

Esta serie de HBO, a partir de un relato adolescente, rompe con todas las etiquetas. Los personajes en la trama rompen moldes y derrotan estereotipos y prejuicios en esa búsqueda que emprenden desde el interior de una manera totalmente libre, formando una versión mejorada de la sociedad en su propio grupo de amigos. Además, el altruismo y la heroicidad que supone esta ruptura de las normas sociales establecidas se lleva a cabo en un contexto cuanto menos peculiar. En este contexto cobra más sentido todo el relato de la búsqueda de la identidad y la necesidad de pertenencia, ya que los protagonistas están totalmente desarraigados de sus raíces. La vida en la base y la disciplina militar que envuelve la cotidianeidad de los protagonistas supone la representación de esas normas rígidas contra las que todo adolescente lucha elevadas a su máximo exponente. La base es un mundo hecho a escala para ellos.

We are who we are es un drama adecuadamente revestido de esa poética y exaltación de los sentimientos que envuelve la adolescencia. Una base sencilla y clásica en la ficción convenientemente aderezada con unos personajes muy potentes tanto visual como narrativamente, en un contexto que los hace estar fuera de lugar, de su propia naturaleza, lo que crea un maravilloso y poético contraste que hace que los personajes huyan en estampida a través de los capítulos sin saber muy bien a dónde, mostrando lo épico de ese viaje y sus obstáculos.

Ciertamente, cada una de las generaciones presentes en la trama representa lo que somos actualmente, y lo que buscamos ser en un futuro. Las normas establecidas frente a la constante búsqueda de la libertad y la derogación de las etiquetas sociales, afectivas y de género que provocan un encierro del que es difícil salir.  Pero poco a poco, la serie nos enseña esto y mucho más. Lo que en el primer capítulo nos parecía peculiar, raro o fuera de la norma, en el último capítulo nos sacude con una bofetada de realidad, y celebramos con Freser y Caitlin ese exacerbado ejercicio de honestidad que nos regala el final de la temporada.

En definitiva, en sus ocho capítulos esta serie nos muestra la eterna lucha de poder ser quienes somos dentro de una sociedad encasillada. Es el relato del progreso, de la búsqueda por una sociedad mejor y de la derogación de las normas establecidas en pos de un futuro más libre.


viernes, 30 de octubre de 2020

THE QUEEN´S GAMBIT

Ficha técnica

Título: The queen´s gambit
Guión: Scott Frank, Allan Scott
Dirección: Scott Frank
Año: 2020
País: Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Anya Taylor-Joy, Isla Johnson, Annabeth Kelly, Moses Ingram, Bill Camp, Harry Melling, Thomas Brody-Sangster, Jacob Fortune-Lloyd,  Chloe Pirrie, Janina Elkin, Marielle Heller,  Marcin Dorocinski, Patrick Kennedy, Matthew Dennis Lewis, Russell Dennis Lewis, Rebecca Root, Christiane Seidel, Millie Brady, Akemnji Ndifernyan, Eloise Webb, Alexander Albrecht, Tatsu Carvalho, Michel Diercks, Murat Dikenci, Rebecca Dyson-Smith, Reda Elazouar, Sam Gilroy, Hubertus Grimm, Charlie Hamblett, Madeline Holliday, John Hollingworth, Tim Kalkhof, Raphael Keric, David Masterson, Steffen Mennekes, Alberto Ruano, Kyndra Sanchez, Sarah Schubert, John Schwab, Ricky Watson, Martin Müller
Productora: Netflix
Fotografía: Steven Meizler
Música: Carlos Rafael Rivera
Género: Drama, thriller



 “…es huérfana. Una superviviente…perder no es una opción para ella…”


The queen´s gambit es la adaptación literaria para Netflix de la novela homónima escrita por Walter Tevis a finales del siglo XX. Años 50 en Estados Unidos, Beth Harmon (Anya-Taylor Joy, Isla Johnson, Annabeth Kelly) queda huérfana tras un accidente de coche en el que fallece su madre, y es enviada al orfanato Methuen Home. Allí, mientras aprende a enfrentarse sola a la vida, también aprende a jugar al ajedrez con Shaibel (Bill Camp), el bedel de la institución. Beth se convierte en una gran jugadora de ajedrez y convierte este juego en el motor de su vida.

En resumidas cuentas, The queen´s gambit es una historia que mezcla los conceptos de niña prodigio, infancia complicada y adicción. Tras quedar huérfana, Beth se convierte en una niña solitaria y selectiva en sus relaciones. Su único apoyo es Jolene (Moses Ingram), otra de las huérfanas de Methuen Home, y Shaibel, el bedel con quien comienza su andadura en el ajedrez y las competiciones. En una vida volátil, Beth encuentra en el ajedrez algo estable en lo que tener el control absoluto. El ajedrez no es como la vida, es algo predecible, estudiado, constante. Sin embargo, Beth convierte el ajedrez en su forma de vida y en lo único que la hace evadirse de sus circunstancias. Vuelca en el tablero todo lo que no es capaz de expresar por otras vías, y hace de algo totalmente racional como es el ajedrez un relato fuertemente emocional. La protagonista, poco sociable y parca en palabras, transmite todo lo que pasa por su cabeza a través de las jugadas.  El ajedrez, junto con los calmantes que le proporciona el orfanato, es su única vía de escape y se convierten en una obsesión que funciona como su único motor vital. Lo que sucede en el ajedrez es un dibujo de lo que ocurre en la vida de Beth. Así, la seguridad y los triunfos de las partidas de su infancia mutan en inestabilidad y falta de concentración a medida que Beth entra en la adolescencia y en la vida adulta y descubre el amor, la independencia, la amistad… y cada vez le es más difícil lidiar con su inestabilidad emocional y con su adicción. La serie tiene una estructura in media res que nos advierte de la decadencia que sufrirá la protagonista pasada su infancia. Su adicción comienza a jugarle malas pasadas y esto supone una mala combinación con su carácter competitivo y controlador.

The queen´s gambit plantea el misterioso mundo del ajedrez como nunca antes se había visto en un fabuloso ejercicio de guión. Los diálogos, las escenas, el ritmo de la historia y la alternancia de los tiempos de la misma para dar explicación a la trayectoria de la protagonista hacen que se construya una historia elocuente, emocionante, que nos deja atrapados en el tablero y que nos arrastra con la protagonista en su estado de enajenación a medida que pasan los capítulos. 

Uno de los puntos fuertes de la serie es la interpretación de Anya-Taylor Joy. Construye a su personaje y lo lleva por la historia de una manera muy fluida, con unas expresiones y una mirada que hacen que sus primeros planos sean narrativamente de los más potentes de la serie. Además, los movimientos de la protagonista en la trama son retratados con unos planos y unos movimientos de cámara muy descriptivos, cuya vehemencia se complementa con la escenografía y el montaje. 


“El tablero de ajedrez es el mundo, las piezas son los fenómenos del universo, las reglas del juego son lo que llamamos los fenómenos de la naturaleza, y el jugador en el otro lado está oculto para nosotros.”


Con respecto al montaje, cabe destacar la construcción de las escenas de las partidas de ajedrez. En estas escenas el montaje es perfecto, el ritmo de montaje en cada una de las partidas es diferente y crea un relato coherente con el estado anímico y vital de la protagonista en esa parte de la trama. En las partidas se hace fluctuar la tensión de manera magistral acompañando el montaje de un ambiente sonoro construido con los únicos sonidos del reloj de ajedrez, el movimiento de las piezas en el tablero y la respiración de los jugadores. Y en contraposición a la tensión e incertidumbre que, en ocasiones, provoca a Beth el tablero de juego, nos encontramos con el control y la seguridad que le confieren los calmantes y que Beth proyecta en el tablero de su mente. Así, vemos el juego con su adversario en el montaje pero nos ofrece un adelanto de sus jugadas convirtiendo al espectador casi en un tercer jugador a través de esos planos oníricos en los que proyecta su propia partida mental en el techo de la estancia en la que se encuentra. Este juego de mirada al techo y piezas deslizándose sobre él que nos atrapa durante toda la serie, culmina de manera sublime en el último capítulo donde, poco antes de convertirse en la campeona mundial de ajedrez, hace partícipe de esta fantasía a todos los que la están observando en escena, incluido su adversario. 


Tanto técnicamente como en términos de guión la serie es una gran obra audiovisual. Es imposible encontrar flecos sueltos en su construcción o elementos que no provoquen emoción en el espectador. Este es un relato que  deconstruye la racionalidad intrínseca en la temática y reordena las piezas para convertirlo en una historia donde la pasión y los sentimientos son la fuerza que mueve la trama. 

Un último aspecto a tener en cuenta es el prácticamente inadvertido discurso feminista de la serie. La serie habla de mujeres independientes a mediados del siglo XX, de una protagonista femenina que se encuentra en un mundo reservado para los hombres en una época en la que el machismo constituía el constructo social establecido. Sin embargo, este debate queda relegado a un segundo plano ya que a la protagonista se le confieren el carácter y las virtudes suficientes para hacer de esta producción algo novedoso, fresco, que huye de los estereotipos y la narrativa feminista que acostumbramos a ver en un alto porcentaje de la ficción.

The queen´s gambit es de esas series que no dejan indiferente, que quedan en el recuerdo y que ocupan los primeros lugares en las listas. Nunca antes el ajedrez había sido tan excitante.


lunes, 26 de octubre de 2020

VENENO

 Ficha técnica



Título: Veneno
Guión: Javier Ambrossi, Javier Calvo, Claudia Costafreda, Elena Martín, Javier Pascual, Ian de la Rosa, Félix Sabroso, Valeria Vargas, Diego Pinillos, Javier Galán
Dirección: Javier Ambrossi, Javier Calvo, Mikel Rueda, Álex Rodrigo
Año: 2020
País: España
Temporadas: 1
Reparto: King Jedet, Daniela Santiago, Isabel Torres, Lola Rodriguez, Lola Dueñas, Paca la Piraña, Elvira Mínguez, Goya Toledo, Omar Banana, Laura Corbacho, Ester Expósito, Sophia Lamar, Mercedes León, Lara Martorell, Mariona Terés, Marcos Sotkovszki, Carolina Sobe, Ana Milán, Ciro Petrone, Israel Elejalde, Maite Sandoval, Tamar Novas, Ángel Garó, Micky Molina, Jordi Vilches, Benja de la Rosa, Ángel Burgos, Rubén Torrejón, Josean Bengoetxea, Andreu Castro, Nacho Vigalondo, Mariana Cordero, María Teresa Campos, Pepe Navarro, Brays Efe, Topacio Fresh, Santiago Alverú, Ivan Labanda
Productora: Atresmedia Televisión, Suma Latina
Fotografía: Gris Jordana, Andreu Adam Rubiralta
Música: Julio de la Rosa
Género: Drama


Una serie corriente pero un gran homenaje

Veneno es una serie dirigida por Javier Calvo y Javier Ambrossi, los javis, que toma como referencia el libro ¡Digo! Ni puta ni santa de Valeria Vegas para contar la historia de Cristina Ortiz, La Veneno, desde su infancia en Adra hasta su fallecimiento, representando los momentos más importantes y decisivos de su vida.

El último capítulo de Veneno se estrenaba el pasado 25 de octubre provocando un fenómeno mediático acorde al que generó el personaje protagonista hace décadas. En cuanto supimos el título de la nueva producción de los javis se crearon unas expectativas en el público que en muchos casos se han cumplido. Sin embargo, Veneno es una serie con luces y sombras. La Veneno fue un personaje que funcionó muy bien en los inicios de la televisión privada en España por su naturalidad y su falta de artificio. Además, el personaje representaba a un colectivo que, sobre todo en esa época, estaba muy castigado por la opinión pública. En este contexto La Veneno se fue abriendo un hueco en los medios y en el corazón del público, que poco a poco dejó ver a La Veneno y empezó a conocer y a emocionarse con Cristina Ortiz. Y todo esto está presente en la serie con un gran elenco que da vida a Cristina en cada una de las etapas de su vida, mostrando de manera sublime la carrera de obstáculos que tuvo que superar para llegar a ser quien quería, además de un buen trabajo de guión en las escenas que retratan los momentos clave de la vida de Cristina y los hechos que marcaron su trayectoria.

Además, con el personaje de Cristina Ortiz se ha hecho un espectacular trabajo de vestuario y maquillaje que pone la guinda del pastel y que hace que en muchas ocasiones parezca que estamos ante La Veneno y no ante su representación. 

Esta es la luz de la serie, el personaje de La Veneno, el real y el recreado en la ficción. Desafortunadamente, no encontramos muchas más luces en la producción. Aunque el personaje protagonista es lo  suficientemente potente como para llevar al éxito esta producción, echamos en falta el mismo nivel de calidad en otros aspectos. 

En contraposición al gran trabajo de interpretación de la parte del elenco que da vida a Cristina Ortiz tenemos a Lola Rodríguez, cuya interpretación de Valeria Vegas deja mucho que desear. Y este juego de altibajos a nivel de calidad está presente en más partes de esta ficción, como la realización. Hay momentos en los que la realización, los planos, los movimientos de cámara… dan una perspectiva muy creativa a lo que se está contando en el guión. Sin embargo, estos momentos, aunque muy buenos, son escasos, y la narrativa y estética de la realización en general es bastante sencilla y en ocasiones incluso algo pobre narrativamente. También en el montaje encontramos una enorme simplicidad con algunos momentos de inspiración creativa que se echan en falta de manera constante en la serie. Y este montaje va acompañado de una banda sonora que en ocasiones es bastante acertada, y en otras ocasiones, como ocurre en el capítulo final, su uso es poco ingenioso.

En general, en términos técnicos, la serie se mueve constantemente entre la originalidad creativa, narrativa y estética de algunas escenas puntuales y una realización banal como tónica general en el resto de las secuencias, sin un término medio ni una constancia visual y narrativa. 

Pero al margen de los elementos audiovisuales la serie tiene un gran potencial como altavoz de los temas sociales que se tratan a través de la historia de La Veneno como la prostitución, la homosexualidad, la identidad sexual y de género…temas que han sido tabú y que no han tenido hueco en la sociedad en las décadas anteriores, y que en esta serie encuentran su lugar. Esto, junto al espectacular relato que se hace de la vida de La Veneno, representa el éxito de la serie.

Para aquellos que son fans de los javis aquí encuentran una serie que tiene su sello. Para los demás, puede que los javis aún no hayan producido algo con el nivel y la originalidad de Paquita Salas.

En definitiva, Veneno es una serie corriente pero un gran homenaje.


domingo, 18 de octubre de 2020

ALGUIEN TIENE QUE MORIR

Ficha técnica

Título: Alguien tiene que morir
Guión: Manolo Caro, Fernando Pérez, Monika Revilla
Dirección: Manolo Caro
Año: 2020
País: Coproducción México-España
Temporadas: 1
Reparto: Cecilia Suárez, Ernesto Alterio, Carmen Maura, Ester Expósito, Alejandro Speitzer, Carlos Cuevas, Isaac Hernández, Pilar Castro, Mariola Fuentes, Eduardo Casanova, Manuel Morón, Juan Carlos Vellido, Javier Pereira, Iván Sánchez, Eloi Costa, Bruno Sevilla, Asier Flores, Lupe Cartie Roda, Marcos Mateo Ochoa, Christian Caner
Productora: Noc Noc Cinema, Netflix 
Fotografía: Ángel Amorós
Música: Lucas Vidal
Género: Drama, culebrón



“…Listo…Pull…”

Alguien tiene que morir es la nueva producción de Manolo Caro para Netflix tras el éxito de La casa de las flores.

Mina (Cecilia Suárez) y Gregorio Falcón (Ernesto Alterio) son una matrimonio de clase alta en la España de los años 50. Ella es inmigrante mexicana y ambos tienen un hijo, Gabino (Alejandro Speitzer), que se ha criado en México los últimos diez años con la familia materna. Ahora su padre espera la llegada de Gabino a España con el propósito de que se quede en Madrid y se case, pero Gabino llega con un amigo y unos planes muy diferentes.

Esta serie tiene dos características claves a nivel narrativo. En primer lugar, la serie nos muestra una maqueta a escala de la sociedad española de la posguerra, representada en cada uno de los miembros de las familias protagonistas. Esta sociedad se presenta como un duelo a muerte entre opresores y oprimidos, un duelo con trampas y falta de igualdad de condiciones.

Alguien tiene que morir es el perfecto ejemplo de como usar la caricatura, entendida como una mera exageración y no como una representación cómica, a veces es el mejor camino para plantear de manera rápida y efectiva unos personajes con una trayectoria bastante compleja. A través de estos personajes y la exaltación extrema de los rasgos más característicos de cada uno de ellos se plantea una exhibición donde vemos, por una parte, la situación social de la clase más privilegiada temerosa de la idea de progreso en un país caracterizado por la represión y, por otra parte, el lugar que ocupan en esa sociedad las personas cuya ideología no encaja en la amoralidad social establecida y que luchan por seguir volando a pesar de tener las alas cortadas.  Una dura batalla representada de manera sublime a través de la metáfora creada con el tiro al pichón que practican los protagonistas. Esta práctica sirve a nivel narrativo para expresar a la perfección en qué punto de la lucha se encuentran los protagonistas en cada momento de la trama, cuál es su lugar en esa sociedad y, además, a nivel visual nos ofrece más de un momento de gran significado en la serie. 


Y sustentado en este contexto, Manolo Caro nos ofrece un análisis sobre la homosexualidad y la homofobia dentro de una sociedad conservadora y arraigada en la falsa moralidad del período de posguerra. En La casa de las flores ya ofreció una subtrama basada en la temática homosexual con los personajes de Julián de la Mora y Diego Olvera. Esta subtrama supuso un elemento novedoso no solo en términos de guión y diseño de personajes, sino por la inclusión de esta temática en un género que tradicionalmente no incluía personajes LGTBI. Pero en Alguien tiene que morir va más allá convirtiendo el tema de la homosexualidad y la homofobia en la trama principal y en el elemento que define la trayectoria de sus personajes.

En segundo lugar, Alguien tiene que morir tiene tintes de culebrón. Aunque de manera diferente a cómo ocurría en La casa de las flores, aquí también vemos una reformulación de los elementos clave del culebrón dando lugar a una versión del género con una mayor calidad narrativa y estética, así como del trabajo de interpretación de los actores, aunque conservando la esencia narrativa del clásico. Pero en este guión de culebrón cada uno de los personajes, cada una de las tramas y cada uno de los puntos de giro ponen de manifiesto un trasfondo mucho más complejo que un simple enredo en las tramas o la eclosión súbita de las relaciones amorosas de los personajes en una especie de orgía segmentada. En Alguien tiene que morir el enredo en las tramas sirve para agudizar la crítica a la sociedad representada en esta sátira, y las relaciones amorosas, tal y como podemos observar en el final de la serie, se usan para la supervivencia de los personajes, de manera diferente en cada caso. Quizás la relación más compleja e impactante por la determinación que toma Mina al final de la serie sea la que esta mantiene con Lázaro, y la cual usa y sacrifica en un último intento desesperado de salvar a su hijo. 

En cuanto al resto de elementos técnicos no hay mucho que decir. Una realización discreta con algunos planos muy acertados en concordancia con el guión, un montaje sencillo, una escenografía bastante acertada… En general poca complejidad, pero elementos que en su sencillez funcionan muy bien como conjunto. Quizás los planos de surrealismo narrativo y visual que aparecen en los puntos álgidos de las subtramas sean los que ponen la nota discordante en el discurso, aunque se usan de manera oportuna. En relación con este fenómeno narrativo que plantea la serie cabe destacar el exceso de dramatización presente en los puntos de giro del guión, que en ocasiones roza el límite con la comedia y que está directamente relacionado con el vínculo establecido entre la serie y el género del culebrón que mencionaba anteriormente. Esto, que está presente en el guión, se enfatiza en la realización a través de esos planos de surrealismo narrativo y de algunos de los planos cortos frontales de los protagonistas en los momentos más relevantes de la trama acompañados por una banda sonora muy expresiva y una interpretación bastante elocuente por parte  del elenco. 




“…¿Sabes qué es lo peor de mentir todos los días?...que llega un momento en el que te vuelves loco, y no sabes si lo que deseas es la verdad o es la locura…”


Alguien tiene que morir relata una parte de la historia muy compleja que queda resuelta eficazmente en solo tres capítulos. Con pocas pinceladas a los matices de la vida en sociedad de la época consigue retratar, desde una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados a ver en el terreno de la ficción de drama histórico, la dureza de temas como la represión, la persecución de determinados colectivos en la posguerra, y el calado de la dictadura en las mentes de los individuos de todos los estratos sociales. Aunque algunas de las tramas por separado concluyen de manera algo descafeinada, el final de la serie en general es digno. Una miniserie muy recomendable en la que, además, los fans de La casa de las flores podemos volver a disfrutar de una majestuosa Cecilia Suárez en un registro completamente diferente que logra ejecutar a la perfección.

 

ALGUIEN TIENE QUE MORIR


 

martes, 13 de octubre de 2020

THE HAUNTING OF BLY MANOR

Ficha técnica

Título: The haunting of Bly manor
Guión: Mike Flanagan (creador), James Flanagan, Henry James, Diane Ademu-John, Michael Clarkson, Paul Clarkson, Leah Fong, Rebecca Klingel, Angela LaManna, Laurie Penny
Dirección: Mike Flanagan, Ciarán Foy, Axelle Carolyn, Liam Gavin, Ben Howling, Yolanda Ramke, E. L. Katz
Año: 2020
País: Estados Unidos
Temporadas: 2
Reparto: Victoria Pedretti, Amelie Bea Smith, Benjamin Evan Ainsworth, Rahul Kohli, T'Nia Miller, Henry Thomas, Catherine Parker, Oliver Jackson-Cohen, Andrew Neil McKenzie, Tahirah Sharif, Kate Siegel, Alex Essoe, Amelia Eve, Calix Fraser, Matthew Holness, Martin McCreadie, Roz Murray, Christie Burke, Jim Piddock, Daniela Dib, Jill Morrison, Roby Attal, Greg Sestero, Duncan Fraser, Tim Beckmann, Lynda Boyd, Ken Kramer, Thomas Nicholson
Productora: Amblin Television, Intrepid Pictures, Paramount Television Studios, Netflix
Fotografía: James Kniest, Maxime Alexandre
Música: The Newton Brothers
Género: Terror




“…no es una historia de fantasmas. Para nada. Es una historia de amor…”


The haunting of Bly manor es la segunda temporada de la serie The haunting, cuya primera entrega fue The haunting of Hill house. The haunting of Bly manor se basa en la novela de Henry James The turn of the screw y comienza con la llegada de Danni (Victoria Pedretti) a la mansión de Bly como au pair de Flora (Amelie Bea Smith) y Miles (Benjamin Evan Ainsworth). Danni ha llegado a Inglaterra huyendo de sus propios fantasmas, pero en Bly se dará cuenta de que a veces la huida no es la solución.

The haunting of Hill house supuso una vuelta de tuerca a los clichés del género cuya explotación había dado lugar a un deterioro y una infravaloración del propio género en el terreno cinematográfico en los últimos años. En esta primera entrega de la serie la complejidad de la trama trabajada de manera sublime junto con el gran trabajo de realización y de interpretación de los actores dejaron el listón muy alto y unas expectativas dudosamente superables para la segunda parte de The haunting. Así, las comparaciones son odiosas, nos encontramos ante una nueva historia que da un paso atrás en lo conseguido con la primera temporada.

En The haunting of Bly manor nos encontramos con una trama menos compleja y, a pesar de su simplicidad con respecto a Hill house, con algo menos de fluidez a la hora de ensamblar todas las subtramas en el guión. Algunas de estas subtramas aparecen de forma muy abrupta en la trama principal, dando la sensación de no estar cien por cien integradas en la trayectoria de los personajes. Esto se acentúa con el cambio de ritmo que sufre la serie en los últimos capítulos y que no va en concordancia ni con la temática y estilo de la serie ni con el desarrollo de los primeros capítulos. La serie comienza con un desarrollo más bien lento aunque consigue enganchar a la trama y no resulta aburrido o tedioso. Sin embargo, en los últimos capítulos este ritmo sufre una aceleración que, al no encontrar una justificación narrativa bien hilada en el guión, puede dar la sensación de que la construcción del final de la temporada se ha realizado de manera apresurada y poco meticulosa con los detalles.

Sin embargo, aunque esta segunda entrega no haya superado a la primera, algo que era de esperar, guarda algunos de los puntos fuertes de su antecesora y esto hace que mantenga el mínimo de calidad que recibió el espectador de Hill house. The haunting ha conseguido crear una seña de identidad en su manera de narrar las historias de fantasmas y casas encantadas. Estas historias típicas en las obras del género de terror en las manos de Mike Flanagan se vuelven únicas gracias al trabajo de los actores y a la particular forma de Flanagan de jugar con la linealidad temporal de la historia. En Bly manor volvemos a tener bucles temporales de los que se adueña la casa y en los que los personajes quedan atrapados, además de una historia cuya trama principal es narrada prácticamente en orden inverso, dando a conocer el origen de la maldición y de todo lo que sufren sus protagonistas en el último capítulo. Otro de los elementos técnicos clave para contribuir a la buena narración de la historia y la creación de la atmósfera de misterio en la que se sustenta es el sonido. Todos los capítulos cuentan con un diseño de sonido perfectamente elaborado y con un uso de los elementos sonoros que refuerzan la parte visual y hace que quedemos atrapados en la historia.

Contamos con algunos de los actores de la primera entrega interpretando otros papeles que no guardan relación alguna con los personajes de Hill house, al más puro estilo American horror story. Así, en esta nueva temporada volvemos a contar con la magistral interpretación de Victoria Pedretti, Henry Thomas y Oliver Jackson-Cohen.

En The haunting el peso de la trama reside en la psicología de los personajes. Aunque es una serie de misterio y terror, estos dos elementos encuentran su razón de ser en el análisis de la complejidad del alma humana. Esto se hace aún más patente en Bly manor, donde encontramos quizás menos momentos de sobresalto o representación de lo paranormal en favor de unos personajes cuyos fantasmas son sus propias experiencias del pasado. Aquí los personajes quedan atrapados en sus propios traumas y son erróneamente liberados en sus propios recuerdos en un macabro juego cuyo tablero es el laberinto formado por la mente de los protagonistas de la historia.

En resumen, de nuevo nos encontramos ante una casa que se adueña de los momentos vitales de sus protagonistas para mantenerlos atrapados entre sus paredes por toda la eternidad. Pero esta vez, tal como nos confiesa la propia Flora al final de la serie, la maldición no se sustenta solo en una historia de fantasmas, sino en una historia de amor. Ante esta historia de amor el espectador saldrá decepcionado si parte de la base de la comparación con la maldición de Hill house. Pero si es capaz de dejar a esta atrás, se encontrará de nuevo con una gran historia de fantasmas que lo conducirá de la mano de unos espléndidos personajes y un elaborado guión hasta una representación de los complejos mecanismos de la mente y las relaciones humanas. 


lunes, 5 de octubre de 2020

RATCHED

Ficha técnica


Título: Ratched
Guión: Ryan Murphy, Evan Romansky
Dirección: Ryan Murphy, Evan Romansky, Michael Uppendahl, Nelson Cragg, Jennifer Lynch, Daniel Minahan, Jessica Yu
Año: 2020
País: España
Temporadas: 1
Reparto: Sarah Paulson, Judy Davis, Harriet Sansom Harris, Cynthia Nixon, Hunter Parrish, Amanda Plummer, Corey Stoll, Sharon Stone, Jon Jon Briones, Finn Wittrock, Charlie Carver
Productora: Fox 21 Television Studios, Lighthouse Management & Media, Ryan Murphy Productions, Furthur Films, Netflix
Fotografía: Nelson Cragg, Blake Macclure, Andrew Mitchell, Simon Dennis,
Música: Mac Quayle
Género: Terror


Después de un año aproximadamente de la última emisión de American horror story, y tras unas últimas temporadas algo desafortunadas de la serie, Ryan Murphy vuelve a su ya conocida y particular visión del género de terror con Ratched. Murphy ya nos tenía acostumbrados a la transversalidad y el cruce de sus historias a través de sus personajes y sus escenarios, y en esta nueva producción nos sorprende con una historia basada en un personaje cinematográficamente conocido por ser uno de los principales de la novela de Ken Kessey Quién voló sobre el nido del cuco, adaptada posteriormente al cine por Milos Forman bajo el nombre Alguien voló sobre el nido del cuco. Además, tanto por la temática como por el escenario en el que esta se desarrolla y los personajes, Ratched establece cierto paralelismo con la temporada dos de American horror story, Asylum, una de las más valoradas por el público.

Ratched cuenta la llegada de la enfermera Mildred Ratched (Sarah Paulson) a la institución psiquiátrica Lucia, una institución con unos métodos terapéuticos que sobrepasan lo moralmente aceptable. Además, la llegada de Mildred a Lucia coincide con el ingreso de un peligroso asesino.  

Esta serie nos vuelve a mostrar lo mejor de las producciones de Ryan Murphy. En primer lugar, un terror psicológico basado en la psicología y la trayectoria vital de los personajes. En este caso, el personaje de Mildred Ratched es quien conduce la trama y quien sumerge al espectador en un universo siniestro marcado por los traumas y carencias afectivas del personaje, que la convierten en un personaje oscuro, cruel y sádico. En segundo lugar, una fotografía y una estética visual meticulosamente trabajadas para crear un contraste a través de la luz y la gama cromática que, además de como propuesta estética, sirve como recurso narrativo para enfatizar los momentos más sórdidos de la trama. Y por último, un trabajo de montaje y una banda sonora perfectamente emplazada. Estos elementos son ya la seña de identidad de las producciones de Ryan Murphy y componen un maravilloso puzzle donde no hay cabida para los errores. 

Sin embargo, y a pesar de la gran premisa narrativa con la que comienza la serie, a medida que se suceden los capítulos y sobre todo en la segunda mitad, la trama decae y la historia se desvirtúa dando un final muy alejado de lo que se esperaba narrativamente. En estos últimos capítulos los personajes se desmadran, sus arcos vitales en el guión se desdibujan y las subtramas se abren con la misma premura que se cierran, sin dar demasiado lugar a la emoción y la minuciosidad que se prometían al inicio. 

Teniendo todos los aspectos en cuenta, es fácil afirmar que Ratched es una serie que viene a mejorar las últimas temporadas de American horror story, donde se hacia patente una notable falta de calidad a nivel narrativo. Pero es indiscutible que Murphy aún debe a sus espectadores una historia sin fisuras como las que nos enamoraron en Murder house, Asylum, Coven o Freak Show


miércoles, 30 de septiembre de 2020

PATRIA

Ficha técnica

Título: Patria
Guión: Aitor Gabilondo, Fernando Aramburu
Dirección: Aitor Gabilondo (creador), Félix Viscarret, Óscar Pedraza
Año: 2020
País: España
Temporadas: 1
Reparto: Elena Irureta, Ane Garabaín, Loreto Mauleón, Susana Abaitua, Mikel Laskurain, José Ramón Soroiz, Eneko Sagardov, Íñigo Aranbarri, Jon Olivares, Alvar Gordejuela, Alba Brunet, Adolfo Fernández, Jesús Gallo, Fernando Guallar, Begoña Maestre, Bruno Martín, Mario Mayo, Patxi Santamaría, Johanna Wallmeier
Productora: Alea Media, HBO
Fotografía: Álvaro Gutiérrez, Diego Dussuel
Música: Fernando Velázquez
Género: Drama, terrorismo, histórico



“Hay una cosa que no te he contado. ETA ha decidido dejar de matar…”


Patria es la adaptación a la pantalla de la novela homónima de Fernando Aramburu. Patria comienza con el asesinato a tiros de Txato (José Ramón Soroiz) a manos de la banda terrorista ETA. A partir de aquí, la serie se mueve entre el presente y el pasado por los últimos 30 años del conflicto, narrando las consecuencias del mismo en el pueblo de Euskadi.

Fuera del País Vasco conocemos el cariz mediático y político del conflicto que estuvo activo en nuestro país durante sesenta años. Sin embargo, Patria viene a completar nuestra visión sobre el terrorismo de ETA dando representación a la realidad de la vida cotidiana en Euskadi durante esos años, de sus vecinos, de sus familias. Vecinos y familias enteras cuya vida quedó destrozada y cuyas relaciones quedaron mermadas para siempre, sin importar su lugar en esa batalla perdida.

Los fantasmas del pasado cobran vida en cada una de las páginas del guión, en cada escena, y en cada uno de los actores que se ponen al servicio de la historia. Elena Irureta y Ane Garabain dan visibilidad con su magnífica interpretación a todas esas familias que quedaron divididas por un muro invisible. Con los personajes interpretados por ambas se anclan en el presente todas las consecuencias y el desasosiego provocado en el pasado. El personaje de Bittori (Elena Irureta) es la necesidad de respuestas, la incomprensión, el inevitable rencor. El personaje de Miren (Ane Garabain) es la necesidad de no mirar atrás para poder seguir adelante. Ambas acompañadas por un gran elenco de actrices y actores que dan visibilidad a toda la complejidad y las subtramas de una parte de nuestra historia que necesita de un análisis profundo y emocional para llegar al conocimiento pleno de lo que supuso ETA para el pueblo de Euskadi.

Además de una buena producción y un gran elenco, una de las claves para sumergirnos en toda la vorágine de sentimientos y hacernos comprender la carga emocional que el conflicto de ETA sigue provocando en la actualidad es la estructura temporal del guión. Patria se mueve temporalmente entre los últimos años del conflicto y el momento en el que ETA anuncia su retirada. Las escenas del pasado y del presente se alternan explicando la personalidad de sus protagonistas, y acercando al espectador un poco más a las claves del conflicto.

Para quien no haya leído la novela de Aramburu, la serie Patria es una oportunidad perfecta para conocer de forma más profunda una historia que nos toca de cerca.  






 

PATRIA

 


lunes, 28 de septiembre de 2020

I KNOW THIS MUCH IS TRUE

Ficha técnica


Título: I know this much is true
Guión: Gina Prince-Bythewood 
Dirección: Derek Cianfrance
Año: 2020
País: Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Mark Ruffalo, Kathryn Hahn, Melissa Leo, Juliette Lewis, Rosie O´Donnell, Archie Paniabi, Imogen Poots, Tom Stratford, Jonathan Tabler, Sal Ardisi, Federicco Dordei, Gabe Fazio, Jason Furlani, Christopher J. Hanke, James Quattrochi, Philip Ettinger, John Procaccino
Productora: HBO
Fotografía: Jody Lee Lipes
Género: Drama


I know this much is true es una de las últimas producciones de ficción de HBO para este año, adaptación de la novela homónima de Wally Lamb y dirigida por Derek Cianfrance que se estrena en el ámbito de las series de televisión tras dirigir varios largometrajes como Blue Valentine o The light between oceans.

I know this much is true cuenta la historia de Dominick, cuyo único propósito de vida es el cuidado de su hermano gemelo Thomas, que sufre esquizofrenia. Esto le llevará a dejar su propia vida en un segundo plano y buscar respuestas a sus desgraciadas existencias en la historia de su familia.

Los dos hermanos son interpretados por un sobresaliente Mark Ruffalo, que plasma en la pantalla la unión vital de ambos personajes, que más allá de una relación normal de hermanos se convierte en una relación de dependencia. Aunque Thomas es, a priori,  quien parece necesitar el cuidado de su hermano, es Dominik quien desarrolla a lo largo de su vida un estado de dependencia emocional con respecto a Thomas. De esta forma, la serie muestra una unión tan fuerte entre ellos que no les permite hacer vida por separado, pero tampoco son capaces de tener una vida plena juntos. Dominik basa su vida en intentar separarse de su hermano y que ambos puedan tener una vida autónoma. Pero, al mismo tiempo, cuidar de Thomas es el único impulso que Dominik encuentra para levantarse cada día y hacer frente al cúmulo de desgracias que rodean sus vidas.

A la magnífica interpretación de Ruffalo, que constituye uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta esta historia, hay que añadir la función que hace un guión bien estructurado que permite a esta historia conectar emocionalmente con el espectador. En este sentido, además de los diálogos y el desarrollo de las escenas, la serie cuenta con dos puntos clave que escenifican en unos pocos planos y con una mínima acción los puntos de inflexión en la vida de los protagonistas y que actúan como alegorías de la vorágine emocional de ambos. En primer lugar, la escena del capítulo dos que narra una excursión del colegio a la estatua de la libertad en la que un problema con Thomas hace que los dos hermanos se queden contemplando la estatua desde la lejanía. En segundo lugar, la escena del capítulo seis en la que Thomas y Dominik visitan una cascada en el bosque. Esta escena, aparentemente insignificante, muestra más tarde cómo el exceso de sobreprotección de Dominik lo cambia todo y supone una liberación cargada de dolor y culpa.

Y, por si a alguien le parecía que la lucha de los hermanos por vivir juntos o sobrevivir separados  era demasiado liviana, la trama se intensifica con una desgarradora historia familiar en la que Dominik intenta encontrar respuestas a su serie de catastróficas desdichas. 

I know this much is true es una serie que desde el primer capítulo se pega a las entrañas del espectador y nos cautiva con la honestidad y ternura de sus personajes. Una historia contada de manera magistral en seis capítulos y que puede ser de lo mejor que ofrece el 2020 (dicho sin doble sentido).

domingo, 2 de agosto de 2020

THE HEAD

Ficha técnica


Título: The head
Guión: Álex Pastor, David Pastor, David Troncoso, Isaac Sastre
Dirección: Álex Pastor (creador), David Pastor (creador), Jorge Dorado
Año: 2020
País: España
Temporadas: 1
Reparto: Álvaro Morte, Tomohisa Yamashita, Laura Bach, Alexandre Willaume, Amelia Hoy, Hannes Fohlin, John Lynch, Katharine O'Donnelly, Chris Reilly, Richard Sammel, Andreas Rothlin-Svensson, Sandra Andreis, Tom Lawrence, Philippe Jacq, Mónica López, Liliana Cabal, David Luque, Shona McHugh, Olga Wehrly, Biondolillo Pascal
Productora: Mediapro, Dramacorp, HBO, Orange Tv
Fotografía: David Acereto
Música: Federico Jusid
Género: Thriller, crimen, drama


Maskirovka

Los hermanos Pastor, guionistas y directores barceloneses que sorprendían recientemente con su última película, Hogar, llegan en 2020 con The head, una producción para HBO en la que un grupo de científicos que investigan en la Antártida una bacteria que podría acabar con los estragos del cambio climático sobre nuestro planeta se quedan aislados en la estación durante los seis meses del invierno polar. Tras el invierno sus compañeros llegan a la estación encontrándose frente a la escena de un crimen. 

Según comienza la serie se presenta una trama bastante actual y novedosa en un escenario muy singular. A excepción de los flashbacks que nos muestran la vida de los protagonistas antes de habitar la Polaris, el resto de la historia transcurre en el interior y de la estación. Un grupo de diez científicos se aíslan en la Antártida para investigar acerca del hallazgo de una bacteria que podría poner fin a uno de los principales problemas del mundo moderno, el cambio climático. Una premisa cuanto menos curiosa y actual que, de entrada, despierta el interés del espectador. Sin embargo, a medida que pasan los capítulos, lo que podría haber sido la trama principal de la serie queda relegada a un segundo plano en favor de una historia de rivalidades y competitividad profesional, y de una trama criminal no muy bien resuelta. 

La propuesta de inicio no termina de explotarse, y lo que parecía ser una producción novedosa termina convirtiéndose en un thriller común y poco original. Pero probablemente esta impresión sea más bien el resultado del no cumplimiento de las altas expectativas que proponía la serie en su primer capítulo. Por otro lado, esto no significa que The head no sea una buena serie. Realmente la trama resulta atrayente, el guión está bien construido, y la serie tiene la dosis de misterio, intriga y acción que podrían convertirla en un éxito para el público. 

En cualquier  caso, pese a las falsas expectativas generadas, The head es una  producción que sigue en la línea de las series españolas producidas en la última década que cuentan con una alta calidad tanto narrativa como técnica y con una prometedora trayectoria internacional.

lunes, 20 de julio de 2020

I MAY DESTROY YOU

Ficha técnica

Título: I may destroy you
Guión: Michaela Coel
Dirección: Michaela Coel
Año: 2020
País: Reino Unido
Temporadas: 1
Reparto: Michaela Coel, Paapa Essiedu, Ami Ameen, Sarah Niles, Ann Akin, Harriet Webb, Ellie James, Franc Ashman, Karan Gill, Natalie Walter
Productora: HBO, BBC, Falkna Productions
Fotografía: Adam Gillham
Música: Raffertie
Género: Drama, autobiográfico


I may destroy you es la última producción de Michaela Coel y está escrita, dirigida y protagonizada por ella. La serie cuenta la historia de Arabella, una joven escritora que, tras una noche de fiesta de la que al día siguiente no recuerda nada, descubre que ha sido agredida sexualmente.

En los últimos años la producción audiovisual y cinematográfica ha sufrido una revisión necesaria en cuanto a la forma de retratar temas socialmente controvertidos y polémicos como el racismo, la homofobia o, como en este caso, la violencia machista y las agresiones sexuales. En I may destroy you esta revisión era ineludible ya que el guión de Coel parte de un hecho de su propia biografía. De esta manera es fácil entender que en I may destroy you se hace una profunda reflexión desde las diferentes formas de agresión que existen y que hasta hace unos años estaban invisibilizadas, hasta conceptos tan presentes en el vocabulario social como los micromachismos.

La serie expone diferentes formas de agresión sexual y abuso que eran desconocidas por la sociedad hasta hace algunos años y que no aparecen en el código penal, o lo hacen de una manera confusa y poco concreta, lo que en la mayoría de los casos imposibilita su condena. En este caso es muy impactante la retrospección que se hace en el capítulo seis y que nos muestra la agresión a Theo, una compañera de instituto de Arabella. Theo sufre una agresión sexual de las que no eran susceptibles de ser denunciadas hace quince años y, en el estado de rabia e impotencia que presenta después de los hechos, la única salida que encuentra para que su agresor no quede impune es maquillar la verdad con una agresión sexual recogida en el código penal.

I may destroy you supone un choque de realidad para aquellos que, por una parte, cuestionan la calificación de determinadas actitudes como agresiones o abusos; y, por otra parte, para aquellos que culpabilizan a la víctima por no cumplir con el tópico de sufrimiento y estigmatización impuesto por la sociedad. Este es uno de los triunfos del personaje de Arabella en este guión. Las víctimas, que en esta ficción son tanto mujeres como hombres, son retratadas de manera muy distinta a cómo lo podía hacer el audiovisual de hace una o dos décadas. Esto tiene que ver también con el avance de la sociedad en materia feminista y de los derechos sociales y humanos. Aunque de forma más lenta a cómo nos gustaría, la sociedad avanza y cada vez tanto hombres como mujeres son más conscientes de las prácticas que suponen un abuso sexual. Obras audiovisuales y cinematográficas como I may destroy you no son más que un reflejo de ese camino que estamos recorriendo sin cesar. Un acierto de la serie es el mostrar también a hombres como víctimas de agresiones sexuales, que en la actualidad están invisibilizados tanto social como cinematográficamente. 

El éxito de I may destroy you reside en explicar con una gran calidad moral y con un matiz de sensibilidad las agresiones sexuales, el papel de la sociedad y de la justicia, y la situación en la que quedan las víctimas. Todo ello con una naturalidad realista, sin exageración, sin exceso de dramatización, sin hacer apología del dolor y sin usar la demagogia como arma. Es la verdad de la que se dota a una historia que sale de las entrañas, del dolor sufrido pero también de la superación. Coel nos conmueve pero también nos da fuerza con una historia autobiográfica de superación y del descubrimiento de los límites que han sido negados, pero que poco a poco empiezan a salir a la luz.