miércoles, 16 de diciembre de 2020
THE WILDS
sábado, 12 de diciembre de 2020
lunes, 30 de noviembre de 2020
30 MONEDAS
domingo, 29 de noviembre de 2020
jueves, 19 de noviembre de 2020
SOULMATES
Guión: William Bridges, Brett Goldstein
Dirección: Brett Goldstein, William Bridges, Rob Savage
Año: 2020
País: Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Steven Mackintosh, Malin Akerman, JJ Feild, Bill Skarsgård, Laia Costa, Darren Boyd, Nathan Stewart-Jarrett, Anna Wilson-Jones, Sarah Snook, Betsy Brandt, David Costabile, Kingsley Ben-Adir, Charlie Heaton, Georgina Campbell, Shamier Anderson, Christian Contreras, John Hollingworth, Sonya Cassidy, Emily Bevan, Sandra Teles, Adam El Hagar, Gonzalo Bouza, Kate Bracken, Karima McAdams, Helen Behan, Afsaneh Dehrouyeh, Rebecca Scott, Crystal Yu, Gabriel Andreu, Lewis Kirk, Sofia Oxenham
Productora: AMC
Fotografía: Philipp Haberlandt, Sergio Delgado, David Rom
Género: Drama, distopía
Soulmates está ambientada en un futuro cercano en el que se descubre la “molécula del alma”, un hallazgo genético que permite conocer de manera inequívoca quién es, en términos científicos y a través de un test, tu alma gemela. En torno a esta premisa la serie se desarrolla en seis capítulos con historias y personajes independientes donde se exploran los pros y los contras de la existencia de este hallazgo.
Los capítulos comienzan con una especie de publicidad de la empresa que realiza los test en el que aparecen varios testimonios que narran cómo les ha cambiado la vida conocer a su alma gemela a través del test. Pero el amor no es una ciencia exacta, y tras este pequeño spot se desarrollan los capítulos que narran las carencias e inconvenientes de esta ciencia.
Como en otras series con temática futurista como Black Mirror o Upload, Soulmates se enfoca en narrar lo que conlleva el momento de la transición, el vacío existente entre la vida antes de la nueva tecnología y después de ella.
Ya desde el primer capítulo se intuye la buena construcción del guion y los constantes giros de la trama que harán que el espectador esté en un vaivén de emociones y un permanente cuestionamiento de lo que supone Soulmates para el desarrollo de la sociedad y las relaciones humanas. Soulmates es un arma de doble filo que pone de manifiesto la buena construcción del guión. Un guión que, a pesar de que pierde algo de fuerza a medida que se suceden los capítulos, denota gran inteligencia emocional a pesar de la racionalización de algo tan irracional como es el amor, en torno a la cual se construye la trama principal.
El hecho de que la serie esté formada por capítulos con historias independientes es positivo, ya que te permite engancharte a la serie en cualquiera de ellos y permite mostrar muchas más perspectivas acerca del problema que se plantea en la trama principal. Para los fans de las series que mezclan la temática futurista y tecnológica con cómo afectan estas a las relaciones humanas, Soulmates es una serie muy recomendable con una propuesta peculiar y algunas reflexiones interesantes.
sábado, 14 de noviembre de 2020
viernes, 6 de noviembre de 2020
WE ARE WHO WE ARE
Guión: Luca Guadagnino, Sean Conway, Paolo Giordano, Francesca Manieri
Dirección: Luca Guadagnino
Año: 2020
País: Coproducción Italia-Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Jack Dylan Grazer, Jordan Kristine Seamon, Alice Braga, Cloë Sevigny, Faith Alabi, Scott Mescudi, Corey Knight, Benjamin L. Taylor, Tom Mercier, Spence Moore II, Sebastiano Pigazzi, Francesca Scorsese, Jared McNeill
Productora: The Apartment, Wildside, HBO, Hallogram
Fotografía: Fredrik Wenzel
Género: Drama
We are who we are comienza cuando Fraser (Jack Dylan Grazer) se muda con sus madres de Estados Unidos a una base militar en Italia. Allí, Fraser conoce a otros chicos de su edad que viven en la base y con los que continuará el viaje emocional y de autodescubrimiento que supone la etapa de la adolescencia.
El director de Call me by your name vuelve con una historia que relata y resalta toda la maraña de emociones que tienen lugar en la adolescencia. La búsqueda de nuestro lugar en el mundo, el descubrimiento, el primer amor, la exaltación de la amistad, la exploración de la sexualidad…son los temas recurrentes en las obras de Luca Guadagnino, y son los temas que mueven la trama de We are who we are.
Esta serie de HBO, a partir de un relato adolescente, rompe con todas las etiquetas. Los personajes en la trama rompen moldes y derrotan estereotipos y prejuicios en esa búsqueda que emprenden desde el interior de una manera totalmente libre, formando una versión mejorada de la sociedad en su propio grupo de amigos. Además, el altruismo y la heroicidad que supone esta ruptura de las normas sociales establecidas se lleva a cabo en un contexto cuanto menos peculiar. En este contexto cobra más sentido todo el relato de la búsqueda de la identidad y la necesidad de pertenencia, ya que los protagonistas están totalmente desarraigados de sus raíces. La vida en la base y la disciplina militar que envuelve la cotidianeidad de los protagonistas supone la representación de esas normas rígidas contra las que todo adolescente lucha elevadas a su máximo exponente. La base es un mundo hecho a escala para ellos.
We are who we are es un drama adecuadamente revestido de esa poética y exaltación de los sentimientos que envuelve la adolescencia. Una base sencilla y clásica en la ficción convenientemente aderezada con unos personajes muy potentes tanto visual como narrativamente, en un contexto que los hace estar fuera de lugar, de su propia naturaleza, lo que crea un maravilloso y poético contraste que hace que los personajes huyan en estampida a través de los capítulos sin saber muy bien a dónde, mostrando lo épico de ese viaje y sus obstáculos.
Ciertamente, cada una de las generaciones presentes en la trama representa lo que somos actualmente, y lo que buscamos ser en un futuro. Las normas establecidas frente a la constante búsqueda de la libertad y la derogación de las etiquetas sociales, afectivas y de género que provocan un encierro del que es difícil salir. Pero poco a poco, la serie nos enseña esto y mucho más. Lo que en el primer capítulo nos parecía peculiar, raro o fuera de la norma, en el último capítulo nos sacude con una bofetada de realidad, y celebramos con Freser y Caitlin ese exacerbado ejercicio de honestidad que nos regala el final de la temporada.
En definitiva, en sus ocho capítulos esta serie nos muestra la eterna lucha de poder ser quienes somos dentro de una sociedad encasillada. Es el relato del progreso, de la búsqueda por una sociedad mejor y de la derogación de las normas establecidas en pos de un futuro más libre.
miércoles, 4 de noviembre de 2020
viernes, 30 de octubre de 2020
THE QUEEN´S GAMBIT
Guión: Scott Frank, Allan Scott
Dirección: Scott Frank
Año: 2020
País: Estados Unidos
Temporadas: 1
Reparto: Anya Taylor-Joy, Isla Johnson, Annabeth Kelly, Moses Ingram, Bill Camp, Harry Melling, Thomas Brody-Sangster, Jacob Fortune-Lloyd, Chloe Pirrie, Janina Elkin, Marielle Heller, Marcin Dorocinski, Patrick Kennedy, Matthew Dennis Lewis, Russell Dennis Lewis, Rebecca Root, Christiane Seidel, Millie Brady, Akemnji Ndifernyan, Eloise Webb, Alexander Albrecht, Tatsu Carvalho, Michel Diercks, Murat Dikenci, Rebecca Dyson-Smith, Reda Elazouar, Sam Gilroy, Hubertus Grimm, Charlie Hamblett, Madeline Holliday, John Hollingworth, Tim Kalkhof, Raphael Keric, David Masterson, Steffen Mennekes, Alberto Ruano, Kyndra Sanchez, Sarah Schubert, John Schwab, Ricky Watson, Martin Müller
Productora: Netflix
Fotografía: Steven Meizler
Música: Carlos Rafael Rivera
Género: Drama, thriller
En resumidas cuentas, The queen´s gambit es una historia que mezcla los conceptos de niña prodigio, infancia complicada y adicción. Tras quedar huérfana, Beth se convierte en una niña solitaria y selectiva en sus relaciones. Su único apoyo es Jolene (Moses Ingram), otra de las huérfanas de Methuen Home, y Shaibel, el bedel con quien comienza su andadura en el ajedrez y las competiciones. En una vida volátil, Beth encuentra en el ajedrez algo estable en lo que tener el control absoluto. El ajedrez no es como la vida, es algo predecible, estudiado, constante. Sin embargo, Beth convierte el ajedrez en su forma de vida y en lo único que la hace evadirse de sus circunstancias. Vuelca en el tablero todo lo que no es capaz de expresar por otras vías, y hace de algo totalmente racional como es el ajedrez un relato fuertemente emocional. La protagonista, poco sociable y parca en palabras, transmite todo lo que pasa por su cabeza a través de las jugadas. El ajedrez, junto con los calmantes que le proporciona el orfanato, es su única vía de escape y se convierten en una obsesión que funciona como su único motor vital. Lo que sucede en el ajedrez es un dibujo de lo que ocurre en la vida de Beth. Así, la seguridad y los triunfos de las partidas de su infancia mutan en inestabilidad y falta de concentración a medida que Beth entra en la adolescencia y en la vida adulta y descubre el amor, la independencia, la amistad… y cada vez le es más difícil lidiar con su inestabilidad emocional y con su adicción. La serie tiene una estructura in media res que nos advierte de la decadencia que sufrirá la protagonista pasada su infancia. Su adicción comienza a jugarle malas pasadas y esto supone una mala combinación con su carácter competitivo y controlador.
The queen´s gambit plantea el misterioso mundo del ajedrez como nunca antes se había visto en un fabuloso ejercicio de guión. Los diálogos, las escenas, el ritmo de la historia y la alternancia de los tiempos de la misma para dar explicación a la trayectoria de la protagonista hacen que se construya una historia elocuente, emocionante, que nos deja atrapados en el tablero y que nos arrastra con la protagonista en su estado de enajenación a medida que pasan los capítulos.
Uno de los puntos fuertes de la serie es la interpretación de Anya-Taylor Joy. Construye a su personaje y lo lleva por la historia de una manera muy fluida, con unas expresiones y una mirada que hacen que sus primeros planos sean narrativamente de los más potentes de la serie. Además, los movimientos de la protagonista en la trama son retratados con unos planos y unos movimientos de cámara muy descriptivos, cuya vehemencia se complementa con la escenografía y el montaje.
Un último aspecto a tener en cuenta es el prácticamente inadvertido discurso feminista de la serie. La serie habla de mujeres independientes a mediados del siglo XX, de una protagonista femenina que se encuentra en un mundo reservado para los hombres en una época en la que el machismo constituía el constructo social establecido. Sin embargo, este debate queda relegado a un segundo plano ya que a la protagonista se le confieren el carácter y las virtudes suficientes para hacer de esta producción algo novedoso, fresco, que huye de los estereotipos y la narrativa feminista que acostumbramos a ver en un alto porcentaje de la ficción.
The queen´s gambit es de esas series que no dejan indiferente, que quedan en el recuerdo y que ocupan los primeros lugares en las listas. Nunca antes el ajedrez había sido tan excitante.
martes, 27 de octubre de 2020
lunes, 26 de octubre de 2020
VENENO
Dirección: Javier Ambrossi, Javier Calvo, Mikel Rueda, Álex Rodrigo
Año: 2020
País: España
Temporadas: 1
Productora: Atresmedia Televisión, Suma Latina
Fotografía: Gris Jordana, Andreu Adam Rubiralta
Música: Julio de la Rosa
Género: Drama
Una serie corriente pero un gran homenaje
Veneno es una serie dirigida por Javier Calvo y Javier Ambrossi, los javis, que toma como referencia el libro ¡Digo! Ni puta ni santa de Valeria Vegas para contar la historia de Cristina Ortiz, La Veneno, desde su infancia en Adra hasta su fallecimiento, representando los momentos más importantes y decisivos de su vida.
El último capítulo de Veneno se estrenaba el pasado 25 de octubre provocando un fenómeno mediático acorde al que generó el personaje protagonista hace décadas. En cuanto supimos el título de la nueva producción de los javis se crearon unas expectativas en el público que en muchos casos se han cumplido. Sin embargo, Veneno es una serie con luces y sombras. La Veneno fue un personaje que funcionó muy bien en los inicios de la televisión privada en España por su naturalidad y su falta de artificio. Además, el personaje representaba a un colectivo que, sobre todo en esa época, estaba muy castigado por la opinión pública. En este contexto La Veneno se fue abriendo un hueco en los medios y en el corazón del público, que poco a poco dejó ver a La Veneno y empezó a conocer y a emocionarse con Cristina Ortiz. Y todo esto está presente en la serie con un gran elenco que da vida a Cristina en cada una de las etapas de su vida, mostrando de manera sublime la carrera de obstáculos que tuvo que superar para llegar a ser quien quería, además de un buen trabajo de guión en las escenas que retratan los momentos clave de la vida de Cristina y los hechos que marcaron su trayectoria.
Además, con el personaje de Cristina Ortiz se ha hecho un espectacular trabajo de vestuario y maquillaje que pone la guinda del pastel y que hace que en muchas ocasiones parezca que estamos ante La Veneno y no ante su representación.
Esta es la luz de la serie, el personaje de La Veneno, el real y el recreado en la ficción. Desafortunadamente, no encontramos muchas más luces en la producción. Aunque el personaje protagonista es lo suficientemente potente como para llevar al éxito esta producción, echamos en falta el mismo nivel de calidad en otros aspectos.
En contraposición al gran trabajo de interpretación de la parte del elenco que da vida a Cristina Ortiz tenemos a Lola Rodríguez, cuya interpretación de Valeria Vegas deja mucho que desear. Y este juego de altibajos a nivel de calidad está presente en más partes de esta ficción, como la realización. Hay momentos en los que la realización, los planos, los movimientos de cámara… dan una perspectiva muy creativa a lo que se está contando en el guión. Sin embargo, estos momentos, aunque muy buenos, son escasos, y la narrativa y estética de la realización en general es bastante sencilla y en ocasiones incluso algo pobre narrativamente. También en el montaje encontramos una enorme simplicidad con algunos momentos de inspiración creativa que se echan en falta de manera constante en la serie. Y este montaje va acompañado de una banda sonora que en ocasiones es bastante acertada, y en otras ocasiones, como ocurre en el capítulo final, su uso es poco ingenioso.
En general, en términos técnicos, la serie se mueve constantemente entre la originalidad creativa, narrativa y estética de algunas escenas puntuales y una realización banal como tónica general en el resto de las secuencias, sin un término medio ni una constancia visual y narrativa.
Pero al margen de los elementos audiovisuales la serie tiene un gran potencial como altavoz de los temas sociales que se tratan a través de la historia de La Veneno como la prostitución, la homosexualidad, la identidad sexual y de género…temas que han sido tabú y que no han tenido hueco en la sociedad en las décadas anteriores, y que en esta serie encuentran su lugar. Esto, junto al espectacular relato que se hace de la vida de La Veneno, representa el éxito de la serie.
Para aquellos que son fans de los javis aquí encuentran una serie que tiene su sello. Para los demás, puede que los javis aún no hayan producido algo con el nivel y la originalidad de Paquita Salas.
En definitiva, Veneno es una serie corriente pero un gran homenaje.
martes, 20 de octubre de 2020
domingo, 18 de octubre de 2020
ALGUIEN TIENE QUE MORIR
martes, 13 de octubre de 2020
THE HAUNTING OF BLY MANOR
“…no es una historia de fantasmas. Para nada. Es una historia de amor…”
The haunting of Bly manor es la segunda temporada de la serie The haunting, cuya primera entrega fue The haunting of Hill house. The haunting of Bly manor se basa en la novela de Henry James The turn of the screw y comienza con la llegada de Danni (Victoria Pedretti) a la mansión de Bly como au pair de Flora (Amelie Bea Smith) y Miles (Benjamin Evan Ainsworth). Danni ha llegado a Inglaterra huyendo de sus propios fantasmas, pero en Bly se dará cuenta de que a veces la huida no es la solución.
The haunting of Hill house supuso una vuelta de tuerca a los clichés del género cuya explotación había dado lugar a un deterioro y una infravaloración del propio género en el terreno cinematográfico en los últimos años. En esta primera entrega de la serie la complejidad de la trama trabajada de manera sublime junto con el gran trabajo de realización y de interpretación de los actores dejaron el listón muy alto y unas expectativas dudosamente superables para la segunda parte de The haunting. Así, las comparaciones son odiosas, nos encontramos ante una nueva historia que da un paso atrás en lo conseguido con la primera temporada.
En The haunting of Bly manor nos encontramos con una trama menos compleja y, a pesar de su simplicidad con respecto a Hill house, con algo menos de fluidez a la hora de ensamblar todas las subtramas en el guión. Algunas de estas subtramas aparecen de forma muy abrupta en la trama principal, dando la sensación de no estar cien por cien integradas en la trayectoria de los personajes. Esto se acentúa con el cambio de ritmo que sufre la serie en los últimos capítulos y que no va en concordancia ni con la temática y estilo de la serie ni con el desarrollo de los primeros capítulos. La serie comienza con un desarrollo más bien lento aunque consigue enganchar a la trama y no resulta aburrido o tedioso. Sin embargo, en los últimos capítulos este ritmo sufre una aceleración que, al no encontrar una justificación narrativa bien hilada en el guión, puede dar la sensación de que la construcción del final de la temporada se ha realizado de manera apresurada y poco meticulosa con los detalles.
Sin embargo, aunque esta segunda entrega no haya superado a la primera, algo que era de esperar, guarda algunos de los puntos fuertes de su antecesora y esto hace que mantenga el mínimo de calidad que recibió el espectador de Hill house. The haunting ha conseguido crear una seña de identidad en su manera de narrar las historias de fantasmas y casas encantadas. Estas historias típicas en las obras del género de terror en las manos de Mike Flanagan se vuelven únicas gracias al trabajo de los actores y a la particular forma de Flanagan de jugar con la linealidad temporal de la historia. En Bly manor volvemos a tener bucles temporales de los que se adueña la casa y en los que los personajes quedan atrapados, además de una historia cuya trama principal es narrada prácticamente en orden inverso, dando a conocer el origen de la maldición y de todo lo que sufren sus protagonistas en el último capítulo. Otro de los elementos técnicos clave para contribuir a la buena narración de la historia y la creación de la atmósfera de misterio en la que se sustenta es el sonido. Todos los capítulos cuentan con un diseño de sonido perfectamente elaborado y con un uso de los elementos sonoros que refuerzan la parte visual y hace que quedemos atrapados en la historia.
Contamos con algunos de los actores de la primera entrega interpretando otros papeles que no guardan relación alguna con los personajes de Hill house, al más puro estilo American horror story. Así, en esta nueva temporada volvemos a contar con la magistral interpretación de Victoria Pedretti, Henry Thomas y Oliver Jackson-Cohen.
En The haunting el peso de la trama reside en la psicología de los personajes. Aunque es una serie de misterio y terror, estos dos elementos encuentran su razón de ser en el análisis de la complejidad del alma humana. Esto se hace aún más patente en Bly manor, donde encontramos quizás menos momentos de sobresalto o representación de lo paranormal en favor de unos personajes cuyos fantasmas son sus propias experiencias del pasado. Aquí los personajes quedan atrapados en sus propios traumas y son erróneamente liberados en sus propios recuerdos en un macabro juego cuyo tablero es el laberinto formado por la mente de los protagonistas de la historia.
En resumen, de nuevo nos encontramos ante una casa que se adueña de los momentos vitales de sus protagonistas para mantenerlos atrapados entre sus paredes por toda la eternidad. Pero esta vez, tal como nos confiesa la propia Flora al final de la serie, la maldición no se sustenta solo en una historia de fantasmas, sino en una historia de amor. Ante esta historia de amor el espectador saldrá decepcionado si parte de la base de la comparación con la maldición de Hill house. Pero si es capaz de dejar a esta atrás, se encontrará de nuevo con una gran historia de fantasmas que lo conducirá de la mano de unos espléndidos personajes y un elaborado guión hasta una representación de los complejos mecanismos de la mente y las relaciones humanas.
lunes, 12 de octubre de 2020
lunes, 5 de octubre de 2020
RATCHED
Después de un año aproximadamente de la última emisión de American horror story, y tras unas últimas temporadas algo desafortunadas de la serie, Ryan Murphy vuelve a su ya conocida y particular visión del género de terror con Ratched. Murphy ya nos tenía acostumbrados a la transversalidad y el cruce de sus historias a través de sus personajes y sus escenarios, y en esta nueva producción nos sorprende con una historia basada en un personaje cinematográficamente conocido por ser uno de los principales de la novela de Ken Kessey Quién voló sobre el nido del cuco, adaptada posteriormente al cine por Milos Forman bajo el nombre Alguien voló sobre el nido del cuco. Además, tanto por la temática como por el escenario en el que esta se desarrolla y los personajes, Ratched establece cierto paralelismo con la temporada dos de American horror story, Asylum, una de las más valoradas por el público.
Ratched cuenta la llegada de la enfermera Mildred Ratched (Sarah Paulson) a la institución psiquiátrica Lucia, una institución con unos métodos terapéuticos que sobrepasan lo moralmente aceptable. Además, la llegada de Mildred a Lucia coincide con el ingreso de un peligroso asesino.
Esta serie nos vuelve a mostrar lo mejor de las producciones de Ryan Murphy. En primer lugar, un terror psicológico basado en la psicología y la trayectoria vital de los personajes. En este caso, el personaje de Mildred Ratched es quien conduce la trama y quien sumerge al espectador en un universo siniestro marcado por los traumas y carencias afectivas del personaje, que la convierten en un personaje oscuro, cruel y sádico. En segundo lugar, una fotografía y una estética visual meticulosamente trabajadas para crear un contraste a través de la luz y la gama cromática que, además de como propuesta estética, sirve como recurso narrativo para enfatizar los momentos más sórdidos de la trama. Y por último, un trabajo de montaje y una banda sonora perfectamente emplazada. Estos elementos son ya la seña de identidad de las producciones de Ryan Murphy y componen un maravilloso puzzle donde no hay cabida para los errores.
Sin embargo, y a pesar de la gran premisa narrativa con la que comienza la serie, a medida que se suceden los capítulos y sobre todo en la segunda mitad, la trama decae y la historia se desvirtúa dando un final muy alejado de lo que se esperaba narrativamente. En estos últimos capítulos los personajes se desmadran, sus arcos vitales en el guión se desdibujan y las subtramas se abren con la misma premura que se cierran, sin dar demasiado lugar a la emoción y la minuciosidad que se prometían al inicio.
Teniendo todos los aspectos en cuenta, es fácil afirmar que Ratched es una serie que viene a mejorar las últimas temporadas de American horror story, donde se hacia patente una notable falta de calidad a nivel narrativo. Pero es indiscutible que Murphy aún debe a sus espectadores una historia sin fisuras como las que nos enamoraron en Murder house, Asylum, Coven o Freak Show.