lunes, 31 de octubre de 2016

THE BLACK DONNELLYS





                             Ficha técnica

Título: The black Donnellys
Guión: Paul Haggis, Alissa Haggis, Robert Moresco, Amanda Moresco, Kim Clements, Sean Whitesell, Mick Betancourt, Allan Steele, Jeff King, Gary Lennon, Bob Lowry.
Director: Paul Haggis, Robert Moresco, Kevin Bray, Anthony Hemingway, Jeff King, Daniel Minahan, Deran Sarafian, Gloria Muzio, Dan Lerner, T. J. Scott, David Straiton.
Año: 2007
País: Estados Unidos
Episodios: 13
Reparto: Jonathan Tucker, Billy Lush, Tom Guiry, Michael Stahl-David, Kate Mulgrew, Olivia Wilde, Keith Nobbs, Patrick Brenan, Kirk Acevedo, Peter Greene, Brian Tarantina, Betsy Beutler, Kevin Conway, Molly Schaffer, Jamie Bonelli, Bridget Regan, Chris Bauer, Seamus Davey-Fitzpatrick, Jacqueline Hendy, Allan Steele, Brian Donahue.
Productora: National Broadcasting Company (NBC)
Fotografía: Russell Lee Fine
Música: Mark Isham
Género: Crimen. Mafia.


“There is always one moment in childhood when the door opens and lets the future in”.


The black Donnellys es una serie de televisión que se estrena en 2007 y tras la emisión de su primera temporada es cancelada sin dar un final cerrado a la trama. El guión está escrito, entre otros, por Paul Haggis, guionista de películas como Million dollar baby o Cartas desde Iwo Jima.

La serie narra la historia de una familia irlandesa que tiene que sobrevivir en un barrio de Nueva York donde conviven la mafia irlandesa e italiana. La sucesión de una serie de acontecimientos entre ambos clanes les lleva a cambiar el rumbo de sus vidas y a verse inmersos en situaciones que acaban con la vida que hasta el momento tenían establecida.

Los conflictos entre la moralidad del individuo y la supervivencia dentro de la comunidad, la traición de unos valores en favor de otros mucho más fuertes como pueden ser la protección de la propia familia, la ley del más fuerte. De todo esto trata The black Donnellys. Durante toda la serie, o durante la única temporada que se ha podido disfrutar de ella, el espectador vive en constante tensión con el personaje de Tommy Donnelly. Tommy, con poco más de veinte años tiene que hacer frente a convertirse en el padre de familia, lidiar con los malos hábitos de sus hermanos y sobrevivir en una comunidad que se mueve entre mafias, asesinatos, ajustes de cuenta y negocios mezquinos. Pero realmente no es este panorama el que hace que Tommy sea como es, ni el que le pone en el disparadero de todas las situaciones por las que atraviesa a lo largo de la trama. Desde que finaliza el primer capítulo se pone de manifiesto la verdadera razón por la que Tommy se carga de responsabilidades que no le atañen con respecto a sus hermanos, y porqué lleva a cabo una lucha permanente por no caer en las prácticas de supervivencia que están a la orden del día en el barrio en el que vive. A pesar de que su barrio y las relaciones tanto personales como de negocios que en él se establecen son como son desde mucho antes de su nacimiento, Tommy se carga con la culpa a la espalda a partir de que por accidente, o por tomar la decisión errónea, atropella a su hermano mayor con un coche robado dejándole una minusvalía de por vida. Robo, conducción temeraria, atropello y fuga, eran el día a día de un niño de diez años que a partir de ese momento se pone como únicos objetivos en la vida convertirse en un adulto de moral intachable e intentar saldar su deuda con su hermano procurando que ninguno de ellos se conviertan en delincuentes, drogadictos o cadáveres a manos de alguno de los clanes que luchan día y noche para hacerse con el poder en el barrio.

Ya desde el primer capítulo se intuye el ritmo desenfrenado de la trama y la lucha sin descanso a la que harán frente los personajes. El primer capítulo se desarrolla haciendo una introducción de los personajes, sus relaciones y el ambiente en el que viven, pero en el momento en que se introduce el flash back, y con él el primer punto de giro de la trama, en el que se desvela que fue Tommy quién atropelló a Jimmy, la historia comienza a precipitarse. A partir de aquí no paran de surgir conflictos entre los hermanos, que no hacen más que poner a Tommy entre las cuerdas una y otra vez. Y es que la promesa que se hizo años atrás de proteger a sus hermanos es la misma que ahora oscurece cada vez más su alma. Para evitar que sus hermanos lleven a cabo malas prácticas y se metan en líos, Tommy debe formar parte de una serie de actos en los que años atrás juró no volver a involucrarse. Se trata de la constante batalla que libran su interior y la adaptación al mundo que le rodea.

Joey “el helado”

Muchos espectadores que habitualmente se sienten atraídos por historias que cuentan la lucha de mafias verán aquí una buena serie con todos los ingredientes imprescindibles en el género. Por un lado los clanes que mantienen el poder en el territorio del barrio, por otro las nuevas generaciones que no tienen otra opción que unirse a ellos si quieren sobrevivir, el traspaso de poder entre unos y otros… Pero hay otros elementos en la trama ajenos al propio género que le dan a esta serie un punto de valor añadido. En este sentido, la nota de distinción la pone el personaje de Joey “el helado”. Aunque a priori este personaje comienza teniendo un rol secundario en la vida de los personajes principales, a lo largo de la trama cobra relevancia en cada uno de los acontecimientos que tienen lugar. Además, de cara al espectador el personaje de Joey se hace notar desde el principio ya que es el narrador de la historia. Cada capítulo comienza con el relato que hace este personaje desde la cárcel de todo lo que ha acontecido en los años anteriores y que lo han llevado a estar ahí. Con esta narración, Joey introduce un cariz sarcástico e irónico a la historia que será muy identificativo a lo largo de la temporada, y que se convierte en un hilo conductor que establece una comunicación directa con el espectador, dando algunas pistas sobre los puntos clave que se desarrollarán en el capítulo y lanzando preguntas como el “¿qué pasó?” que se convierte en un elemento recurrente en la mayoría de los episodios y que introduce el flash back que narra todos los acontecimientos pasados. Este elemento acentúa la posición de voyeur que tiene el espectador de la serie a la vez que plantea una serie de dudas al inicio de cada capítulo, que hacen que el espectador pueda descubrir por sí mismo qué es verdad y qué es mentira en la narración de la vida de los hermanos Donnelly.


¿Qué pasó?

The black Donnellys es una serie que, a priori, cuenta con todos los ingredientes para el éxito. Por un lado, cuenta con guionistas y directores con una gran experiencia en el audiovisual, como Paul Haggis o Robert Moresco, ambos con una trayectoria en cine a sus espaldas. También el director de fotografía, que retrata a la perfección el ambiente de la trama en cada plano y cuyo trabajo en The black Donnelys le ha servido de trampolín para trabajar con posterioridad en otras series de éxito como White Collar.

Por otro lado, tanto el guión como el diseño de los personajes están trabajados a partir de la ironía. El elemento irónico en este tipo de series en las que la trama se desarrolla en función de acontecimientos trágicos facilita al espectador el distanciamiento con la parte dramática de la historia. Pero no por ello se pierde la identificación del espectador con los personajes. Los personajes de The black Donnellys son personajes muy redondos, cuentan con todas las virtudes y defectos de las personas con las que el espectador se puede sentir identificado. Los personajes “buenos” se ven abocados al fracaso y la traición a sus principios. Los “malos” tienen una excusa en su pasado o su presente que justifica en cierta medida sus actos.

Sin embargo, estamos ante otro caso más de una serie que podría haber triunfado, pero que se canceló tras su primera temporada y pasó sin pena ni gloria ante la mirada de los espectadores.