viernes, 23 de diciembre de 2016

BLACK MIRROR





                                      Ficha técnica

Título: Black mirror
Guión: Charlie Brooker, Kanak Huq, Jesse Armstrong, Michael Schur, Rashida Jones, William Bridges
Director: Otto Bathurst, Euros Lyn, Brian Welsh, Owen Harris, Carl Tibbetts, Bryn Higgins, Joe Wright, Dan Trachtenberg, James Watkins, Jacob Verbruggen, James Hawes
Año: 2011
País: Reino Unido
Episodios: 12
Reparto: Rory Kinnear, Lydia Wilson, Anna Wilson-Jones, Daniel Kaluuya, Jessica Brown Findlay, Toby Kebbel, Jodie Whittaker, Tom Cullen, Amy Beth Hayes, Hayley Atwell, Domhnall Gleeson, Leonora Crichlow, Tuppence Middletn, Daniel Rigby 
Productora: Zeppotron. Netflix.
Fotografía: Jake Polonsky, Zac Nicholson, Damian Bromley, Gustav Danielsson, Seamus McGarvey, Mike Spragg, Bear McCreary, Tim Maurice-Jones, Lukas Strebel, Ruben Impens
Música: Stephen McKeon, Stuart Earl, Vince Pope, Jon Opstad, Anthony Genn, Martin Slattery, Max Richter, Aaron Morton, Alex Heffes, Martin Phipps, Ben Salisbury, Geoff Barrow 
Género: Ciencia Ficción. Tecnología. Distopía.


Distopía

Black Mirror es una serie de televisión con una estructura de capítulos independientes entre sí, cada uno con diferente trama y personajes, conectados por un hilo común: las consecuencias del avance tecnológico en la sociedad. La serie se estrena en el año 2011 de la mano de Zeppotron con tres capítulos que conforman la primera temporada. Hasta el estreno de su tercera temporada en 2016 la serie sufre algunos cambios reseñables, como el cambio de Zeppotron a Netflix y la estructura de sus temporadas, las dos primeras con tres capítulos cada una y la tercera con seis capítulos.

En la serie trabajan directores y guionistas con cierta trayectoria y prestigio dentro del sector audiovisual. La mayoría de capítulos están guionizados por Charlie Brooker, un cómico británico con una amplia trayectoria como guionista en televisión. Cada capítulo se realiza bajo la dirección de un gran elenco de directores, entre los que se puede destacar la llegada al comienzo de la tercera temporada de Joe Wright, director de Atonement y Pride and Prejudice; y Dan Trachtenberg, con una amplia carrera en televisión y publicidad. Desde el comienzo de la serie en 2011 también destacan la dirección de profesionales con una carrera consolidada en el terreno de las series de ficción como Euros Lyn, director de varios capítulos de la reconocida serie Doctor Who.

Black Mirror narra en forma de predicción distópica y a través de diferentes tramas y personajes cuáles son las consecuencias que en un futuro puede conllevar el uso masivo y desmesurado de la tecnología. Cada capítulo muestra cómo podría llegar a ser la sociedad futura si la tecnología se introduce de una forma agresiva en los diferentes  ámbitos de la vida cotidiana.

Una de las novedades que introduce Black Mirror en el mapa de las series de ficción, junto con la temática, es su estructura. La serie se divide en episodios independientes entre sí, que desarrollan historias que nacen y acaban sin extenderse al resto de episodios. El único hilo común que hace que los diferentes episodios se consideren parte de una serie es el trasfondo de la trama. Aunque cada uno de los capítulos narra relatos totalmente dispares, todos muestran a través de diferentes hechos hacia dónde nos podría llevar el vertiginoso desarrollo tecnológico en la sociedad moderna. Este tipo de estructura con tramas independientes es una pauta que se está repitiendo en los últimos años en las nuevas producciones de ficción, incluso ha llegado a darse el caso de series de este tipo en la ficción española. Aunque el caso de Black Mirror es el más atrevido y arriesgado, ya que en otros casos, como American Horror Story, nos enfrentamos a temporadas independientes en la que sí que hay un numero de episodios que conforman la temporada que están relacionados entre sí, y cuya trama se desarrolla desde el primero hasta el último de los capítulos. Además, aunque con cada nueva temporada comenzamos una nueva historia con nuevos personajes, sí que encontramos elementos comunes como el elenco de actores e incluso algunas tramas que se entrecruzan, como en el caso de las temporadas Asylum y Freak Show. 

Esta propuesta narrativa resulta atractiva, sobre todo teniendo en cuenta el tipo de espectador con un ritmo de vida frenético y con tiempo limitado al que se enfrenta la ficción en la actualidad. Pero también supone un arma de doble filo, y especialmente teniendo en cuenta la temática de esta serie. El hacer de cada capítulo una historia diferente supone diseñar una trama y unos personajes desde cero en cada episodio, lo que conlleva una limitación creativa en cuanto a la escritura de guión. No se pueden realizar temporadas de trece capítulos como estamos acostumbrados con esta estructura y dentro de los límites de una temática tan concreta como en el caso de Black Mirror. Esto hace que las dos primeras temporadas de la serie tengan más fuerza y una estructura más sólida con tramas mejor construidas que en la tercera temporada en la que, aunque seguimos encontrando historias atractivas para el espectador, se advierte un cierto agotamiento creativo con el que se ha perdido el impacto que producían en el espectador los primeros capítulos de la serie.


La involución de la sociedad

El punto fuerte de la serie reside en que tiene una trama muy actual. Todo lo que tiene que ver con la tecnología está a la orden del día, y en los últimos años están adquiriendo relevancia los debates acerca de los problemas o las consecuencias que el precipitado desarrollo de la tecnología puede ocasionar en el futuro, problemas sobre todo de carácter social.

Black Mirror construye sus tramas poniendo la atención en la dependencia de la tecnología llevada al extremo. En cada uno de los capítulos se muestra como todo está controlado por la tecnología, desde las relaciones personales a cualquier ámbito dentro la sociedad. Con cada de sus historias, Black Mirror muestra a través del auge de la tecnología el declive de la humanidad.

A lo largo de los doce episodios que conforman la serie encontramos tramas más realistas y actuales que tienen que ver sobre todo con el uso de las redes sociales y el poder que pueden ejercer los mass media, que se alternan con otras más futuristas y extremistas que hablan de cómo puede alterar la tecnología los límites de la ciencia, la medicina o la propia vida.

En cuanto a la estructura y narrativa de la serie cabe hacer un último apunte. En cada capítulo se desarrolla una historia completa y compleja en alrededor de 45 minutos. La complejidad y la cantidad de información que contiene cada episodio hace que no haya tiempo para preámbulos y se presente la trama sin una contextualización, la cual el espectador va descifrando según avanza el capítulo. Esta falta de contexto se intenta compensar en los créditos finales de la serie, que se intercalan con una serie de planos que imita a imágenes de archivo, y que generalmente dan información acerca de lo que sucede con los personajes antes o después de los hechos que narra la trama.

Un adiós a tiempo

Con Black Mirror estamos ante una serie cuya idea inicial fue novedosa y potente, pero que a medida que se ha ido desarrollando ha perdido fuerza en cada una de sus fases. La paranoia que prometía en sus inicios ha ido perdiendo potencia a favor de tramas mucho más dulcificadas, sobre todo a partir de su tercera temporada. Con la llegada de la tercera temporada después de tres años de espera se advierte una perdida de control sobre la serie por parte de los creadores. Quizás tiene algo que ver el cambio de productora. En cualquier caso, en la tercera temporada se advierten cambios injustificados en cuanto a la estructura de la serie, y puede que justificados por el agotamiento creativo en cuanto a las tramas que se desarrollan en los nuevos capítulos. En pocas palabras, han alargado la temporada justo en el momento en el que se han quedado sin historias que contar. A veces un adiós a tiempo es una victoria, y el triunfo de Black Mirror fue alcanzado en 2013 con el final de la segunda temporada.

domingo, 11 de diciembre de 2016

THE SOPRANOS


                                     

                                           Ficha técnica                

Título: The Sopranos
Guión: David Chase, Terence Winter, Mitchell Burgess, Robin Green, Matthew Weiner, Frank Renzulli, Michael Imperioli, Todd. A. Kessier, Diane Frolov, Andrew Schneider.
Director: David Chase, Timothy Van Patten, John Patterson, Allen Coulter, Alan Taylor, Henry Bronchtein, Jack Bender, Steve Buscemi, Daniel Attias.
Año: 1999
País: Estados Unidos
Temporadas: 6
Reparto: James Gandolfini, Edie Falco, Lorraine Bracco, Michael Imperioli, Jamie Lynn Sigler, Robert Iller, Dominic Chianese, Nancy Marchand, Drea de Matteo, Tony Sirico, Aida Turturro, Steve Van Zandt, Steve Schirripa, Dan Grimaldi, Joseph R. Gannascoli, Federico Castelluccio, Steve Buscemi, Joe Pantoliano, John Ventimiglia, Sharon Angela, Frank Vincent, Vincent Pastore, Kathrine Narducci, David Proval, Peter Bogdanovich, Jerry Adler, Jason Cerbone, Vincent Curatola, Arthur J. Nascarella, Paul Schulze, Richard Portnow, David, Margulies, Karen Young, Alla Kliouka Shaffer, Angelo Massagli, Annabella Sciorra, John Fiore, John Heard, Joseph Badalucco Jr, Lola Glaudini, Tony Lip, Louis Lombardi, Matt Servitto, Oksana Lada, Toni Kalem, Paul Herman, Peter Riegert, Tony Darrow.
Productora: HBO
Fotografía: Phil Abraham, Alik Sakharov.
Música: Will Edwards, Ashen Keilyn.
Género: Drama. Mafia.


La obra maestra de Chrissy Moltisanti

The Sopranos es una serie que estrena la HBO a finales de la década de los noventa y que se prolongará hasta el 2007 con seis temporadas. En cuanto a los profesionales que desarrollan los trabajos de guión y dirección, destaca la presencia de Michael Imperioli como guionista de la serie. Imperioli forma parte del grupo de guionistas que desarrolla la idea, pero también da vida a uno de los personajes principales y con más carga emocional de la trama, Christopher Moltisanti. Además, en la serie el personaje de Chrissy Moltisanti es un apasionado del cine, un escritor aficionado de guiones de largometrajes que no encuentra el valor suficiente para cambiar su puesto como capo por un futuro como guionista. Finalmente, su mejor obra, The Sopranos, parece que ha cosechado el mayor de sus éxitos como guionista y actor.

The Sopranos narra las debilidades y los conflictos interiores del futuro jefe de una de las familias pertenecientes a la mafia de Nueva Jersey. Tony Soprano debe compaginar su intento por solucionar sus problemas de autoestima en la consulta de su psicóloga con sus deberes en el crimen organizado.


El payaso triste

The Sopranos es una serie que desde el primer momento nos mantiene hipnotizados a través de su personaje principal, Tony Soprano. La serie juega en cuanto al diseño de personajes a la ambigüedad, al desconcierto en algunas ocasiones en las que el espectador no comprende como pueden convivir en el mismo personaje el lado más humano y vulnerable y el criminal, y a provocar en el espectador algo parecido al síndrome de Estocolmo dejando que este quede totalmente enganchado a un personaje de dudosa moral. 

Según se desarrollan los capítulos se alternan las dos facetas de los personajes principales. Por un lado se nos muestra la vida “profesional”, las relaciones de negocios, el significado y el funcionamiento de la mafia en Nueva Jersey, y el paso entre los que entran a formar parte de la “familia” y los que salen de ella. Por otro lado, conocemos en profundidad sobre todo a los personajes de la familia Soprano a través de las sesiones de Tony con su psicóloga. Estas sesiones son una de las claves en el hilo argumental de la trama, y lo que permite al espectador empatizar con el personaje, llegar a comprenderlo e incluso justificar ciertos comportamientos reprobables, y establecer en la categoría de lo humano a un personaje que en principio parece carecer de escrúpulos y sentido de la ética. Desde el principio el espectador encuentra en la pantalla que el malo también es vulnerable, incomprendido, débil. Pero, además, existen otros elementos en la trama que ayudan al espectador a entender la compleja psique del personaje, y estos son precisamente otros personajes como A. J. Soprano, hijo de Tony, y Christopher Moltisanti, su sobrino. A través de este trío de personajes el espectador puede enfrentarse a los temores de Tony sobre el futuro, y las experiencias vividas en el pasado. En Chrissy Tony ve el futuro de su hijo, pero también se ve a él mismo unos años atrás. Se podría decir que estos tres personajes representan a uno solo en diferentes etapas de la vida.

A través la terapia se presenta un análisis psicológico y de la vida cotidiana de los personajes principales como individuos, pero también como miembros de su pequeña sociedad, en la que tienen que lidiar con sus conflictos internos y cumplir con sus obligaciones como miembros del crimen organizado. Hay una secuencia importante con respecto a esa dualidad entre lo que significa pertenecer a la mafia por encima de cualquier cosa, incluso de los miedos y la inseguridad. Con la escena del nombramiento de Christopher Moltisanti como capo en la tercera temporada, después de ver el camino recorrido por el personaje para llegar hasta ahí, se muestra la integración en la familia casi como un pacto de sangre, algo irrompible por encima de cualquier sentimiento perteneciente a la vida privada. Más adelante, y también de la mano de Christopher Moltisanti, somos testigos de cómo la traición a ese pacto se paga con la vida.

Capítulo 3 Temporada 3. Incorporación de Christopher Moltisanti a "la familia"

Volviendo a la psicología de Tony Soprano, desde el inicio de la serie se presenta un overpromise en cuanto a los resultados de su terapia. Como a se ha mencionado, con esta parte de la trama se nos muestra la cara más humana del personaje, se le disculpan ciertas actitudes y llega a parecer que se produce un cambio en su comportamiento, sus pensamientos y sus emociones. Pero, por el contrario, todo empeora en sus relaciones con el paso de los años. Y cuando legamos al final de la serie, las pautas del inicio permanecen y Tony sigue siendo el mismo, y el espectador se encuentra con él en el mismo punto de partida.


El final de The Sopranos y el impacto de The Black Donnellys

The Sopranos pone de manifiesto las señas de identidad de la mayoría de producciones de series de ficción que lleva cabo la HBO. En esta serie están presentes unas bases en cuanto al diseño de los personajes que se repiten de forma igualmente genuina en otras obras como Six Feet Under.

Con el final de The Sopranos se fue una de las mejores series de la década del 2000, y visto el éxito que había proporcionado la competencia quiso coger el testigo y en el mismo año en que finaliza la NBC estrena la primera y única temporada de The Black Donnellys. Con una trama con algunos nexos de unión con The Sopranos, y un buen diseño de personajes, aunque quizás no tan exhaustivo como el que nos proporcionaron las seis temporadas de The Sopranos, la producción de la NBC no tuvo ni un 20% del éxito que tuvieron Tony y su familia. ¿Por qué? Se pueden analizar diferentes causas, como que el éxito de The Sopranos era demasiado reciente y las comparaciones son odiosas, o que el espectador de la HBO y la NBC no son el mismo, y por lo tanto no se le pueden ofrecer las mismas historias. Pero, dejando patente la genialidad, el éxito y maestría de The SopranosThe Black Donnellys podría haber sido, quizás con un poco más de distancia, una buena sucesora para los fans de la mafia italiana.

lunes, 31 de octubre de 2016

THE BLACK DONNELLYS





                             Ficha técnica

Título: The black Donnellys
Guión: Paul Haggis, Alissa Haggis, Robert Moresco, Amanda Moresco, Kim Clements, Sean Whitesell, Mick Betancourt, Allan Steele, Jeff King, Gary Lennon, Bob Lowry.
Director: Paul Haggis, Robert Moresco, Kevin Bray, Anthony Hemingway, Jeff King, Daniel Minahan, Deran Sarafian, Gloria Muzio, Dan Lerner, T. J. Scott, David Straiton.
Año: 2007
País: Estados Unidos
Episodios: 13
Reparto: Jonathan Tucker, Billy Lush, Tom Guiry, Michael Stahl-David, Kate Mulgrew, Olivia Wilde, Keith Nobbs, Patrick Brenan, Kirk Acevedo, Peter Greene, Brian Tarantina, Betsy Beutler, Kevin Conway, Molly Schaffer, Jamie Bonelli, Bridget Regan, Chris Bauer, Seamus Davey-Fitzpatrick, Jacqueline Hendy, Allan Steele, Brian Donahue.
Productora: National Broadcasting Company (NBC)
Fotografía: Russell Lee Fine
Música: Mark Isham
Género: Crimen. Mafia.


“There is always one moment in childhood when the door opens and lets the future in”.


The black Donnellys es una serie de televisión que se estrena en 2007 y tras la emisión de su primera temporada es cancelada sin dar un final cerrado a la trama. El guión está escrito, entre otros, por Paul Haggis, guionista de películas como Million dollar baby o Cartas desde Iwo Jima.

La serie narra la historia de una familia irlandesa que tiene que sobrevivir en un barrio de Nueva York donde conviven la mafia irlandesa e italiana. La sucesión de una serie de acontecimientos entre ambos clanes les lleva a cambiar el rumbo de sus vidas y a verse inmersos en situaciones que acaban con la vida que hasta el momento tenían establecida.

Los conflictos entre la moralidad del individuo y la supervivencia dentro de la comunidad, la traición de unos valores en favor de otros mucho más fuertes como pueden ser la protección de la propia familia, la ley del más fuerte. De todo esto trata The black Donnellys. Durante toda la serie, o durante la única temporada que se ha podido disfrutar de ella, el espectador vive en constante tensión con el personaje de Tommy Donnelly. Tommy, con poco más de veinte años tiene que hacer frente a convertirse en el padre de familia, lidiar con los malos hábitos de sus hermanos y sobrevivir en una comunidad que se mueve entre mafias, asesinatos, ajustes de cuenta y negocios mezquinos. Pero realmente no es este panorama el que hace que Tommy sea como es, ni el que le pone en el disparadero de todas las situaciones por las que atraviesa a lo largo de la trama. Desde que finaliza el primer capítulo se pone de manifiesto la verdadera razón por la que Tommy se carga de responsabilidades que no le atañen con respecto a sus hermanos, y porqué lleva a cabo una lucha permanente por no caer en las prácticas de supervivencia que están a la orden del día en el barrio en el que vive. A pesar de que su barrio y las relaciones tanto personales como de negocios que en él se establecen son como son desde mucho antes de su nacimiento, Tommy se carga con la culpa a la espalda a partir de que por accidente, o por tomar la decisión errónea, atropella a su hermano mayor con un coche robado dejándole una minusvalía de por vida. Robo, conducción temeraria, atropello y fuga, eran el día a día de un niño de diez años que a partir de ese momento se pone como únicos objetivos en la vida convertirse en un adulto de moral intachable e intentar saldar su deuda con su hermano procurando que ninguno de ellos se conviertan en delincuentes, drogadictos o cadáveres a manos de alguno de los clanes que luchan día y noche para hacerse con el poder en el barrio.

Ya desde el primer capítulo se intuye el ritmo desenfrenado de la trama y la lucha sin descanso a la que harán frente los personajes. El primer capítulo se desarrolla haciendo una introducción de los personajes, sus relaciones y el ambiente en el que viven, pero en el momento en que se introduce el flash back, y con él el primer punto de giro de la trama, en el que se desvela que fue Tommy quién atropelló a Jimmy, la historia comienza a precipitarse. A partir de aquí no paran de surgir conflictos entre los hermanos, que no hacen más que poner a Tommy entre las cuerdas una y otra vez. Y es que la promesa que se hizo años atrás de proteger a sus hermanos es la misma que ahora oscurece cada vez más su alma. Para evitar que sus hermanos lleven a cabo malas prácticas y se metan en líos, Tommy debe formar parte de una serie de actos en los que años atrás juró no volver a involucrarse. Se trata de la constante batalla que libran su interior y la adaptación al mundo que le rodea.

Joey “el helado”

Muchos espectadores que habitualmente se sienten atraídos por historias que cuentan la lucha de mafias verán aquí una buena serie con todos los ingredientes imprescindibles en el género. Por un lado los clanes que mantienen el poder en el territorio del barrio, por otro las nuevas generaciones que no tienen otra opción que unirse a ellos si quieren sobrevivir, el traspaso de poder entre unos y otros… Pero hay otros elementos en la trama ajenos al propio género que le dan a esta serie un punto de valor añadido. En este sentido, la nota de distinción la pone el personaje de Joey “el helado”. Aunque a priori este personaje comienza teniendo un rol secundario en la vida de los personajes principales, a lo largo de la trama cobra relevancia en cada uno de los acontecimientos que tienen lugar. Además, de cara al espectador el personaje de Joey se hace notar desde el principio ya que es el narrador de la historia. Cada capítulo comienza con el relato que hace este personaje desde la cárcel de todo lo que ha acontecido en los años anteriores y que lo han llevado a estar ahí. Con esta narración, Joey introduce un cariz sarcástico e irónico a la historia que será muy identificativo a lo largo de la temporada, y que se convierte en un hilo conductor que establece una comunicación directa con el espectador, dando algunas pistas sobre los puntos clave que se desarrollarán en el capítulo y lanzando preguntas como el “¿qué pasó?” que se convierte en un elemento recurrente en la mayoría de los episodios y que introduce el flash back que narra todos los acontecimientos pasados. Este elemento acentúa la posición de voyeur que tiene el espectador de la serie a la vez que plantea una serie de dudas al inicio de cada capítulo, que hacen que el espectador pueda descubrir por sí mismo qué es verdad y qué es mentira en la narración de la vida de los hermanos Donnelly.


¿Qué pasó?

The black Donnellys es una serie que, a priori, cuenta con todos los ingredientes para el éxito. Por un lado, cuenta con guionistas y directores con una gran experiencia en el audiovisual, como Paul Haggis o Robert Moresco, ambos con una trayectoria en cine a sus espaldas. También el director de fotografía, que retrata a la perfección el ambiente de la trama en cada plano y cuyo trabajo en The black Donnelys le ha servido de trampolín para trabajar con posterioridad en otras series de éxito como White Collar.

Por otro lado, tanto el guión como el diseño de los personajes están trabajados a partir de la ironía. El elemento irónico en este tipo de series en las que la trama se desarrolla en función de acontecimientos trágicos facilita al espectador el distanciamiento con la parte dramática de la historia. Pero no por ello se pierde la identificación del espectador con los personajes. Los personajes de The black Donnellys son personajes muy redondos, cuentan con todas las virtudes y defectos de las personas con las que el espectador se puede sentir identificado. Los personajes “buenos” se ven abocados al fracaso y la traición a sus principios. Los “malos” tienen una excusa en su pasado o su presente que justifica en cierta medida sus actos.

Sin embargo, estamos ante otro caso más de una serie que podría haber triunfado, pero que se canceló tras su primera temporada y pasó sin pena ni gloria ante la mirada de los espectadores.



lunes, 5 de septiembre de 2016

THE BLACK DONNELLYS


“El plan de Tommy era resolver las cosas con Dios y salvar lo que quedaba de su alma. El problema era que creía que lo lograría cuidando de sus hermanos. Ese era el gran plan que le metió en todos esos líos.”


jueves, 4 de agosto de 2016

PENNY DREADFUL




Ficha técnica



Título: Penny Dreadful
Guión: John Logan, Andrew Hinderaker, Krysty Wilson-Cairns
Director: John Logan, James Hawes, Damon Thomas, Brian Kirk, Paco Cabezas, Juan Antonio Bayona, Coky Giedroyc, Dearbhla Walsh, Kari Skogland, Toa Fraser
Año: 2014
País: Estados Unidos
Episodios: 27
Reparto: Eva Green, Josh Hartnett, Timothy Dalton, Harry Treadaway, Rory Kinnear, Billie Piper, Reeve Carney, Danny Sapani, Simon Russell Beale, Olivia Llewellyn, Olly Alexander, Alex Price, David Warner, Alun Armstrong, Hannah Tointon, Anna Chancellor, Helen McCrory, Gavin Fowler, Robert Nairne, Jonny Beauchamp
Productora: Showtime, Sky Atlantic, Neal Street Productions, Desert Wolf Productions
Fotografía: Xavi Giménez, Owen McPolin, P.J. Dillon
Música: Abel Korzeniowski
Género: Terror


Creator

Penny Dreadful es una serie de televisión emitida por primera vez en 2014 y que supone el debut de John Logan como guionista en series de televisión, aunque ya había trabajado en otros proyectos de estética y atmósfera similares, como la película musical Sweeny Todd, the demon barber of Fleet Street, dirigida por Tim Burton.

Penny Dreadful comienza con la búsqueda desesperada de la hija de Sir Malcom Murray, Mina, quién se piensa que ha desaparecido a manos de unas criaturas demoníacas. Sir Malcom forma un grupo en el que se encuentra Vanessa Ives, amiga de Mina, que recorrerá los rincones más recónditos del Londres del siglo XIX en busca de la chica. En este proceso los personajes tendrán que hacer frente a diferentes criaturas que están al servicio del mal.

Aunque al inicio de la serie parece que los protagonistas absolutos de la trama serán los miembros de la familia Murray, según avanzan los capítulos se revela un peso absoluto en la historia del personaje de Vanessa Ives, interpretado por Eva Green. Este es un personaje complejo desde el punto de vista del diseño de su psicología, su desarrollo y evolución se fundamentan en su lucha interna entre el bien y el mal, y el acecho constante que suponen para ella sus debilidades.  Es a través de este personaje donde se deja ver la constante lucha entre el bien y el mal, en la lucha entre el grupo formado por Murray y las criaturas contra las que luchan, que ponen a prueba constantemente la estabilidad emocional de Vanessa.

Otro de los puntos fuertes de la serie, y que establece un punto de conexión con el espectador a través del imaginario colectivo, es la aparición de personajes de la historia de la literatura readaptados a esta nueva trama. Estos personajes, entre los que se encuentran el doctor Frankestein, Dorian Gray y Drácula, guardan los aspectos más básicos de su diseño original. Pero a través de su adaptación en una historia con nuevas relaciones, y la adjudicación de nuevos obstáculos en su trayectoria vital, se pueden observar las diferentes caras de una misma moneda, las diferentes personalidades que residen en estos personajes. Otro de los personajes de la historia de la literatura que adquieren relevancia en la tercera temporada es el doctor Jekyll. Con el doctor Frankestein ya se había mostrado la dicotomía que está presente en la serie entre la fe y la ciencia. Con la llegada del doctor Jekyll se ponen de manifiesto los límites de la ciencia, tanto morales como límites reales en cuanto al conocimiento. Además, en la relación de ambos personajes, se crea un debate con respecto a las motivaciones que les pueden llevar a trabajar con la vida de las personas que ponen en sus manos al servicio de la ciencia y a las que despojan de todo atisbo de humanidad que pudieron tener en su vida anterior.


Such is our power


En esta serie el trabajo de fotografía es clave para hacer que el espectador se sumerja en el universo Penny Dreadful y se vea envuelto en esa atmósfera de misterio y terror que narra la trama. La imagen que se crea es muy similar a la que se mantiene en muchas otras obras ambientadas en el Londres del siglo XIX, como la mencionada anteriormente Sweeny Todd, the demon barber of Fleet Street, de Tim Burton. Nos encontramos ante un encuadre generalmente sombrío y oscuro, con predominancia de tonos azulados y con una iluminación lúgubre y misteriosa. Es una imagen muy cuidada y en la que se prioriza la relación entre la imagen y el guión. Ambos elementos se complementan y están en consonancia el uno con el otro, y esta es una de las claves que hace que una obra audiovisual sea buena. La imagen no es un mero complemento, sino que tiene una expresividad y narrativa propias que deben explotarse para que cada imagen brille junto con el resto de elementos.

En Penny Dreadful la imagen es cuidada hasta en el más mínimo detalle, y esto hace ver al espectador encuadres únicos que en ocasiones parecen lienzos, en los que ningún elemento es incluido en el cuadro al azar.


Por otra parte, el diseño de sonido es otra de las piezas que no se dejan al azar en esta obra. El trabajo de los elementos sonoros refuerza esa atmósfera envolvente que comienza con la imagen y que añade información emocional al conjunto de la obra. Pero, por comentar algún desajuste en este terreno, el elemento sonoro tiene en Penny Dreadful el inconveniente de que no se respetan los silencios en todo momento, lo que podría dar lugar a un mayor dramatismo, sino que estos son sustituidos por música. Una música que, en ocasiones, sobra y no aporta nada, sino que resta.


Such is our kingdom


La cabecera de Penny Dreadful es, como cabía esperar viendo el resultado de la serie, una obra maestra que merece un capítulo aparte. En ella se alternan breves planos que nos presentan a los personajes principales con otros planos que representan detalles que tienen relación con la trama de la serie, y que son los que más presencia tienen en la cabecera. Estos planos detalle muestran una vez más la lucha entre el bien y el mal, que funciona como hilo conductor de la trama.

A través de la cabecera se puede ver la historia que representa la trama de la serie, o más bien, la historia de la protagonista hasta su final.




En los primeros planos de la cabecera podemos ver como la fe en Dios que los personajes tenían comienza a decaer. Esto está representado en los planos de los crucifijos, siendo el plano del crucifijo bajo el agua el que tiene más peso en esta idea. Al ver que la ayuda de Dios no será suficiente, Vanessa Ives recurre a la brujería para protegerse. Esto lo representan el plano del escorpión, imagen que utiliza como amuleto la protagonista, y la imagen de las cartas. Estos primeros planos representan la crisis de fe de Vanessa.




Las criaturas empiezan a salir a la luz y acechan cada vez con más fuerza, respondiendo a la defensa que ejercen los trabajos de brujería perpetrados por Vanessa. Cada vez Vanessa sufre más heridas en su alma, lo que está representado a través de la flor de la que brotan gotas de sangre. Esta imagen representa el principio de la corrupción y decadencia de Vanessa,  y volverá a aparecer al final de la cabecera para representar su muerte.




Los planos descritos hasta ahora muestran la corrupción que invade a los hombres por criaturas que están por encima de la humanidad. En cada grupo de planos se presentan, no de forma azarosa, unos determinados personajes. Junto con los planos detalle que representan la dualidad entre el bien y el mal al comienzo de la cabecera aparecen los personajes que en la trama se encuentran amenazados por las criaturas del inframundo (Vanessa, Sir Malcom Murray y Ethan Chandler). El siguiente grupo de planos comienza con un plano detalle de la mano del doctor Frankestein abriendo un cadáver. Estas imágenes representan la parte de la historia en la que la depravación de los hombres se produce a causa sus propios actos, y no a manos de otros entes. Por ello, entre estos planos encontramos la presentación de personajes como el doctor Víctor Frankestein, Dorian Gray y Brona o Lili, como pasará a llamarse tras pasar por los experimentos de  Víctor. Estos personajes representan las consecuencias que puede sufrir el hombre que juega a ser Dios.




Finalmente, los últimos planos muestran cómo Vanessa queda atrapada en las redes del mal. Aquí vemos el fatal final de la protagonista en la taza que cae al suelo derramando toda la sangre de su interior, y a Drácula, culpable de este final, representado con el vuelo de los murciélagos.


Such is my kiss

Penny Dreadful es una serie que lo tiene todo para caminar hacia el éxito. Tiene elementos fantásticos que son contrarrestados para no sobrecargar la historia con unos personajes muy reales. Sus sentimientos son emociones muy aferradas al imaginario colectivo que hacen que la trama no sea puramente fantástica. La serie también cuenta con un muy buen reparto, una buena trama, una buena propuesta estética y una gran calidad técnica. 

¿Qué ha pasado entonces? Una serie con todos estos elementos no consigue los índices de audiencia esperados y se cancela con el final de la tercera temporada, aunque gran parte de los responsables de la serie aseguran que le había llegado su hora.

Aunque breve, ha sido intenso. Para los que hemos tenido el privilegio de verla se nos ha acabado una de las mejores series de terror de la época. Y para los espectadores españoles, también deja un buen sabor de boca saber que en esta serie han trabajado profesionales españoles como Bayona y Paco Cabezas.



miércoles, 22 de junio de 2016

PENNY DREADFUL


ORPHAN BLACK




                                    Ficha técnica



Título: Orphan Black
Guión: John Fawcett, Graeme Manson, Alex Levine, Karen Walton
Director: John Fawcett, Graeme Manson, T. J. Scott
Año: 2013
País: Canadá
Episodios: 40
Reparto: Tatiana Maslany, Ari Millen, Dylan Bruce, Skyler Wexler, Jordan Gavaris, Kevin Hanchard, Evelyn Brochu, Inga Cadranel, Maria Doyle Kennedy, Michael Mando, Drew Davis, Millie Davis, Kristian Bruun.
Productora: BBC América, Space, Temple Street Productions
Música: Trevor Yuile
Fotografía: Aaron Morton
Género: Drama. Ciencia ficción


Un descontrol controlado


Orphan Black es una serie de televisión canadiense que se estrenó en el año 2013. La serie ha catapultado a la fama a los dos actores principales, Tatiana Maslany y Ari Millen, que aunque ya tenían una carrera desarrollada en el mundo del cine, la televisión y el teatro son reconocidos por su papel en Orphan Black.

Sarah es una chica con una vida complicada. Un día, es testigo del suicidio de una mujer idéntica a ella en las vías del tren. En ese momento adquiere la identidad de la fallecida con el objetivo de escapar de sus problemas e investigar acerca de su parecido. En este proceso descubre que tanto ella como otras mujeres han sido sometidas desde su nacimiento a un complejo experimento científico. 

Sin duda el éxito de esta serie se debe a dos elementos clave. Por un lado, el guión, y por otro lado el casting y el diseño de los personajes. El guión plantea una trama compleja que durante las tres primeras temporadas se resuelve de manera bastante eficaz. Un argumento basado en experimentos científicos y en supuestos que en ocasiones se alejan de la realidad puede plantear problemas en la construcción de los capítulos. Hay ocasiones en las que una trama de estas características hace que el desarrollo de la serie se escape en cierto modo de las manos de los guionistas, dando lugar a una extensión innecesaria de la serie que no hace sino empobrecer la historia. En otras ocasiones la trama se excede en el número y la calidad de sus giros argumentales. Esto da lugar por un lado a la confusión del espectador, y por otro lado a que la serie tenga un final incomprensible, poco ajustado a lo que ha sido el desarrollo de la serie desde el comienzo o que rompe los esquemas que se han creado entre la serie y su público objetivo. En el caso de Orphan Black estos problemas se gestionan de una forma acertada. Los giros argumentales están perfectamente definidos para que no confundan, sino que aporten al espectador en cada momento las piezas necesarias para poder avanzar en la historia. La dosificación de esta información hace que el espectador mantenga el vínculo con la serie, a la vez que esta avanza sin perder su carga argumental. Cada uno de los elementos de la trama están perfectamente estudiados y controlados de manera que en ningún momento dan lugar a un caos argumental. Aunque es cierto que en la cuarta temporada empieza a haber algún indicio de descontrol y fallos que se han mencionado antes como que la trama da un giro hacia algo que pierde un poco de relación con el argumento que se había defendido en las tres temporadas anteriores. 

Junto al gran trabajo de guión cabe destacar el diseño de personajes, que contribuye a enriquecer la trama y a que toda la historia esté llena de matices que vienen con la personalidad de cada uno de ellos. Este diseño de personajes se completa con la elección del elenco que conforma la serie. En general el casting es bastante eficaz, pero sin duda las interpretaciones más destacadas al respecto son las de Tatiana Maslany y Ari Millen. En ambos se da la complejidad de interpretar varios personajes, hasta más de diez en el caso de Tatiana Maslany, cada uno con una personalidad, una historia y una carga emocional completamente diferente. 

Sestras

Los personajes interpretados por Tatiana Maslany, los pertenecientes a la sección Leda, son los que dan forma a la trama desde el comienzo de la serie. Estos personajes representan la lucha, la resistencia y la sublevación frente al poder, pues son ellos los que se enfrentan a la organización científica responsable de los experimentos de los que son víctimas. Por el contrario, los personajes interpretados por Ari Millen, los pertenecientes a la sección Castor, representan la sumisión ante el poder. Pero en ambos grupos hay un personaje que se desbanca del resto y se pone en contra de sus “hermanos”, y que además hace de nexo de unión entre Leda y Castor. En el caso de Leda este personaje es Rachel, que siempre se ha encontrado enfrentada al resto de víctimas de la sección Leda. Al contrario que el resto, ella siempre ha sido consciente del experimento al que ha sido sometida, pero lejos de luchar contra ello se posiciona del lado de sus creadores con la finalidad de alcanzar poder dentro de la organización. Es un personaje muy emocional pero con carga negativa. Sus emociones solo persiguen un objetivo, posicionarse en la cúpula del poder a toda costa. En este sentido, las emociones de Rachel son mucho más afines a los integrantes del grupo Castor que de Leda, pues ellos han sido adiestrados precisamente para ser los mejores sin importar a qué precio. En el caso de Castor, el personaje que echa un pulso a la autoridad que conoce es Mark. Al contrario que Rachel, Mark es un personaje menos racional. Su sublevación tiene que ver con el amor que siente por Gracie. 

En el caso de los personajes interpretados por Tatiana existe un trabajo de caracterización que pone más empeño en marcar las diferencias entre unos y otros, así como destacar sus principales características y la carga que aporta cada uno a la trama. Este trabajo no existe en el caso de los personajes interpretados por Ari Millen, cuyo trabajo de diferenciación recae principalmente en el trabajo del actor. Aunque hay que añadir que los personajes interpretados por Tatiana son más en número y en complejidad. A través de vestuario, peluquería y maquillaje, el espectador es capaz de ver el carácter valiente, desafiante y luchador de Sarah Manning; la preocupación por  las convenciones sociales y el reflejo que puede proyectar en los demás de Alison Hendrix; la actitud rebelde ante los estereotipos de Cosima; y la personalidad independiente, desequilibrada e instintiva de Helena.

Neolución

Orpahn Black es un ejemplo de cómo un buen diseño de personajes pueden sacar adelante una serie. Al fin y al cabo los personajes son los elementos que dan vida a la historia, que avanza y se desarrolla con ellos. Pero además, esta serie cuenta con otros ingredientes que la hacen ser una de las mejores series de los últimos años. Cuenta con un buen guión, que además plantea preguntas y debates al espectador tales como dónde están los límites de la ciencia (al igual que ocurría en la serie Utopia) o cuál es la frontera entre alcanzar mejoras para los seres humanos y despojarlos de toda humanidad. Este debate está presente en la serie tanto en los proyectos de Leda y Castor, que son los que guían la trama, como en el concepto de Neolución, en el cuál los seres humanos se convierten en seres híbridos adoptando características animales a través de procesos quirúrgicos, o son invadidos con artefactos científicos para alterar su genética.

Con todos estos elementos la serie sorprende temporada tras temporada, y no ha decepcionado al espectador hasta el momento. Ahora habrá que esperar a que salga la quinta temporada para conocer el destino de los personajes.

sábado, 30 de abril de 2016

TRANSPARENT



                                     Ficha técnica 
 

Título: Transparent
Guión: Jill Soloway
Director: Jill Soloway
Año: 2014
País: Estados Unidos
Episodios: 20
Reparto: Jeffrey Tambor, Gaby Hoffmann, Jay Duplass, Amy Landecker, Judith Light, Melora Hardin, Rob Huebel, Alexandra Billings, Abby Ryder Fortson, Kiersey Clemons, Zackary Drucker, Lawrence Pressman, Kathryn Hahn.
Productora: Amazon Studios. Pictures in a Row
Música: Vince Jones
Género: dramedia


MaPa

Transparent es una serie escrita y dirigida por la guionista Jill Soloway, y producida por Amazon Studios. Esta es la serie más conocida de la productora que la compañía Amazon fundó en el 2010. En estos seis años los estudios de Amazon han trabajado con varios directores de cine, aunque con Transparent han ganado notoriedad dentro de la industria. 

Mort Pfefferman, un profesor ya jubilado decide que es hora de vivir realmente la vida que siempre ha querido. Decide que es el momento de contarle a sus tres hijos el secreto que lleva años guardando: Mort se ha sentido identificado como mujer durante toda su vida. El contárselo a sus hijos es el paso previo que necesita para dejar de esconderse y salir al mundo como la mujer que siempre ha sido. Cada uno de los hijos tendrá que asimilar esta verdad a la vez que luchan con sus propias crisis existenciales.

La trama se basa principalmente en la evolución psicológica (y física, en el caso de Mort Pfefferman, que adopta el nombre de Maura) de los personajes. Estos se encuentran en una búsqueda permanente de su interior, de sus deseos y anhelos. Cada uno de los personajes posee un gran número de matices en su personalidad, lo que hace que el espectador se pueda sentir identificado con cada uno de ellos en algún momento de la serie. Con ellos resulta sencillo comprender las diferentes partes del dilema que se plantea en la trama. 

Esa búsqueda en la que se encuentran sumergidos los personajes tienen un pilar principal: el estudio y análisis de sus relaciones interpersonales, así como una constante exploración de la sexualidad. En primer lugar, cada uno de los personajes principales tiene dificultades para entablar relaciones de amistad, lazos familiares, de pareja… y gestionar sus emociones de forma adulta y madura. Por el contrario, sus relaciones se basan, sobre todo, en la falta de comunicación, lo que hace que no fluyan entre ellos los sentimientos y que exista una falta total de empatía en muchas ocasiones. Puede que la falta de sinceridad o comunicación de Pfefferman y su mujer hayan sido transmitidas a la personalidad de sus hijos, afectando a su desarrollo emocional. Sarah tiene un matrimonio en el que no es feliz, mientras que Josh y Ali se relacionan con diferentes personas sin encontrar una estabilidad emocional. Esto les lleva, en segundo lugar, a una exploración de su sexualidad que comienza de forma simultánea a la confesión de Maura. Maura comienza a llevar socialmente la vida de una mujer. Aunque sus hijos y su ex mujer lo aceptan, la falta de comunicación hace que Maura no encuentre en su ámbito familiar el apoyo o la libertad que necesita para llevar a cabo la transición de su antigua vida como Mort a su nueva existencia como Maura. Por ello, comienza a acudir a grupos de terapia con mujeres transexuales y con ellas configura su nuevo círculo de amistades. Con ellas se siente comprendida y con plena libertad para llevar a cabo su propia búsqueda, reflexionar acerca de los cambios que quiere realizar en su vida y en su propio cuerpo, aunque sus caracteres son muy diferentes. 

El diseño de los personajes y el guión son casi impecables, lo cual es complicado con una trama cuyo trasfondo plantea tal diversidad de debates morales en la sociedad. Pero en el terreno de la imagen existe un trabajo mucho más sencillo, lo cual quizás está en consonancia con el carácter de cotidianeidad de la trama. No obstante, existen otras posibilidades como un trabajo mucho más estudiado en el terreno de la imagen y el color que podrían haber ayudado más al desarrollo de la historia. Aunque es cierto que, con el paso de los capítulos, se ha ido definiendo mejor el tratamiento de la imagen y la fotografía. En este sentido, la serie sufre una pequeña evolución a partir de la segunda temporada y empieza a explorar otros terrenos en cuanto a la fotografía y los encuadres, que ahora tienen algo más de fuerza visual. En general, la serie utiliza una imagen naturalista. Esta falta de cohesión entre el terreno de la imagen y el guión también está presente en la cabecera. Normalmente la cabecera se configura como una obra en sí misma, aunque tiene un nexo de unión con la serie en sí.  En el caso de la cabecera de Transparent esta no aporta nada, ni en el terreno visual ni en el informativo, sobre la trama de la serie. Resulta redundante ya que son una serie de imágenes documentales sobre información que no aporta nada a la trama, y es información que, por otra parte, el espectador ya posee. Ni siquiera existe una correlación a nivel de imagen, no existe un trabajo de identidad entre las dos piezas. Posiblemente el único elemento que sí que funciona como nexo entre ambas es la música. La banda sonora de la serie (incluida la que forma parte de la cabecera) es adecuada, pero al igual que en el caso de la imagen, existen otras opciones que ayudarían a reforzar la trama. No hay que olvidar que una serie o una película es una obra AUDIOVISUAL, por lo que los elementos sonoros y visuales deben configurar el potencial de la obra, además del guión.


Cubrir los espejos

En el desarrollo de la trama se produce un punto de inflexión en el episodio 10 que marcará un antes y un después para el personaje principal, Maura. Este episodio es muy significativo en la historia, y se desarrolla a través de una metáfora en la que se encierra la importancia de la transición que va a llevar a cabo Maura a partir de ese momento. En este episodio es la primera vez que Maura se presenta como mujer en el círculo de amistades de la familia. A la vez que Maura da este paso, se habla de un ritual judío que consiste en que durante un funeral se deben tapar todos los espejos de la casa. Esto se hace como metáfora que nos permite ser nosotros mismos, y no depender de la imagen que proyectamos o que los demás perciben de nosotros. Esto funciona como un símil en la trama, ya que Maura se despoja de sus miedos y complejos para ser ella misma, sin tener en cuenta lo que los demás ven cuando la miran.


Un ejercicio de naturalidad

Transparent constituye principalmente un ejercicio de guión. Su escritura está concretada desde el inicio de la serie. No ocurre lo mismo con el tratamiento de la imagen, que sufre una evolución y se va definiendo a medida que pasan los capítulos. Aún así, la serie apuesta por una trama innovadora en el audiovisual. La transexualidad no es un tema recurrente en el mundo de las series de televisión, pero además, cuando se trata en el audiovisual en general los protagonistas suelen ser jóvenes que aún están en el camino de descubrirse a ellos mismos. Pero uno de los puntos que hacen especial esta trama es que la protagonista que hace frente a esta situación es una mujer que está en sus 65 años, por lo que la situación cambia. Aunque el tema a tratar es el mismo, las adversidades a las que la protagonista debe hacer frente son muy diferentes a las que debe hacer frente una persona joven en las mismas circunstancias. De hecho, aunque no sea el mismo caso, algunas de estas diferencias las podemos ver en como afrontan los hijos de Maura sus crisis y como las afronta ella. Además, es especialmente cuidadosa con el debate social que genera el tema en la actualidad y con las emociones que pueda sentir el espectador en el proceso de identificación con los personajes. 

Otro de los puntos fuertes de la serie en cuanto a la trama es tratar el tema de la transexualidad dejando de lado los estereotipos, sin grandes dosis de comicidad o drama, sino en un tono de cotidianeidad. A menudo se observa en cine como se recurre a personajes transexuales que son caracterizados de un modo casi caricaturesco, apartándolos de la cotidianeidad y dotándolos de dosis de comicidad que se alejan de la realidad. En el caso de Maura, tanto el diseño del personaje como la elección del actor que lo interpreta rompen con esta forma de representación. En este sentido hay que destacar el casting realizado como un elemento muy a favor de la acogida que tiene la serie entre su público. El casting se convierte en cualquier obra audiovisual en un elemento clave en el éxito de la misma. Sobre todo si el guión se caracteriza por un complejo diseño de personajes, la elección de los actores puede hacer que estos personajes brillen o, por el contrario, que toda la historia pierda fuerza en el paso del papel a la pantalla.

Por último, cabe destacar de nuevo el diseño de la cabecera y de los títulos de crédito. Estas dos piezas no hacen ningún favor a la serie. Da la impresión con este tipo de detalles que en la serie se han trabajado mucho unos elementos y se han dejado de lado otros. La cabecera, y sobre todo los créditos, habrían necesitado un trabajo más exhaustivo y reflexivo. Aún están a tiempo de una revisión para la tercera temporada.

martes, 12 de abril de 2016

UTOPIA




                                 Ficha técnica



Título: Utopia
Guión: Dennis Kelly, Mark Aldridge, Huw Kennair-Jones, Clare Mcdonald
Director: Dennis Kelly, Marc Munden, Alex García, Wayne Yip
Año: 2013
País: Reino Unido
Episodios: 12
Reparto: Nathan Stewart-Jarrett, Alexandra Roach, Neil Maskell, Paul ready, Michael Smiley, Paul Higgins, Geraldine James, Adeel Akhtar, James Fox, Fiona O´Shaughnessy, Alistair Petrie, Stephen Rea, Rose Leslie.
Productora: Channel 4
Fotografía: Ole Bratt Birkeland
Música: Cristobal Tapia de Veer
Género: Ciencia Ficción

Where is Jessica Hyde?

Utopia es una serie de televisión creada y dirigida en el año 2013 por Dennis Kelly, guionista y productor británico conocido por su trayectoria en televisión y teatro sobre todo, dónde destaca su papel como guionista en la serie Pulling, del año 2006. Sin duda, Utopia es su creación más aclamada tanto por la crítica como por el público, y con la que se estrena en su papel como director junto a Marc Munden, Alex García y Wayne Yip. Tras el éxito de Utopia, Kelly  da un paso más en su carrera encargándose del guión del largometraje Dark Sea, del año 2014, que estaría dirigido por Kevin Mcdonald. 

Utopia comienza con una doble búsqueda encabezada por tres grupos de personas que, aparentemente, no tienen nada en común. Arby (Neil Maskell) y su socio (Paul Ready) entran en una tienda de cómics con la intención de encontrar la respuesta a dos preguntas: ¿Dónde está el manuscrito de Utopia II? ¿Dónde está Jessica Hyde? La tienda de cómic se encuentra en el punto de mira  de estos dos sicarios desde el momento en que Bejan desvela en un foro sobre Utopia el paradero del manuscrito. Los integrantes del foro comienzan una búsqueda desesperada del manuscrito tras la muerte de Bejan, y en paralelo a la actuación de Arby y su socio. Todo lo que tenían planeado cambia con la repentina aparición de Jessica Hyde (Fiona O´Shaughnessy), la tercera que encabeza la triple búsqueda. Los documentos gráficos revelan una especie de diario de un proyecto científico, que se basa en el uso de una proteína denominada Janus para esterilizar a un alto porcentaje de la población. El proyecto tuvo lugar en los años 70 y estuvo encabezado por el genetista Carvel, padre de Arby y Jessica, y una organización denominada La Red, aunque nunca se llego a  culminar. Con la aparición del manuscrito de Utopia, La Red lleva a cabo una búsqueda desesperada del mismo con el objetivo de terminar lo que quedó inacabado hace treinta años. En esta búsqueda, los tres grupos descubrirán dónde se encuentra escondida la proteína Janus, porqué el proyecto no se llevó a cabo en su día, y que el porcentaje de personas inmunes a la actividad de Janus gracias al ajuste que realizó Carvel es el pueblo romaní, el pueblo de Carvel.

La serie se organiza en torno a una compleja trama con varios giros argumentales que tienen lugar a medida que avanzan los capítulos. Junto con el guión, los personajes y el tratamiento de la imagen son los principales elementos que hacen de Utopia una serie única que poco tiene que ver con lo realizado en los últimos años. Uno de los elementos que contribuye a que el resultado final no deje cabos sueltos es el magnífico diseño de los personajes. Según avanza la primera temporada, se desvela como toda la historia comienza y se desarrolla principalmente a partir de la trayectoria vital de dos de ellos. Por un lado Jessica Hyde, quien se encuentra en plena búsqueda del manuscrito al comienzo de la serie al igual que los chicos del foro y La Red, que también trata de encontrarla a ella. Tras la negativa de Carvel para continuar con el proyecto Janus, Jessica se convierte en el principal objetivo de La Red, que cree firmemente que Jessica es la respuesta a todos los interrogantes que Carvel dejó antes de desaparecer. Por otro lado, Arby (o Pietre) descubre ser el hijo primogénito de Carvel y, por tanto, el hermano de Jessica. Arby siempre fue repudiado por su padre debido a los trastornos emocionales y al déficit de sus habilidades comunicativas que estaban presentes en él desde que era un bebé. Una vez que nació Jessica, esta se convirtió en la única hija que Carvel reconocía. Tras la desaparición de Carvel, Pietre cayó en manos de La Red, que aprovechó las alteraciones emocionales del niño para convertirlo en un sicario de la organización y utilizarlo en la búsqueda de su hermana. Pietre cambió su identidad por la de Arby (en realidad la organización lo denomina con las siglas R. B, raisin boy) y borró de su memoria sus orígenes hasta el momento en que se desarrolla la trama. Ambos personajes muestran las dos caras de la personalidad de Carvel. El arrepentimiento, la culpa, la lucha contra una organización que quiere atentar contra la supervivencia de la humanidad, y el querer hacer lo correcto cuando el problema ha alcanzado tales magnitudes que es difícil de solucionar; todo esto es representado por el personaje de Jessica, que sacrifica su vida siguiendo la huida que había comenzado su padre por un lado, e intentando desarticular a La Red y al proyecto Janus, por otro. Sin embargo, también se encuentran presentes en la personalidad de Carvel la falta de moralidad y la venganza que le hacen decidir en el último momento que el ajuste de Janus hará que solo sobreviva su pueblo, el pueblo romaní, al que él vio años atrás ser masacrado en el holocausto nazi. La falta de escrúpulos y la dedicación plena a La Red son elementos que se encuentran en la figura de Arby, aunque este personaje es, junto con Carvel, el que sufre una mayor evolución con el paso de los capítulos. Al igual que su padre, Arby deja paulatinamente de ser fiel a la organización a la que pertenece y empieza a dar prioridad a los elementos afectivos que conforman su vida. Ambos personajes sufren a lo largo de la serie una evolución sentimental, pues los dos parten de una ausencia total de emociones como mecanismo de defensa para afrontar su relación con la vida, y sus respectivas relaciones con La Red. Estos dos personajes son la clave en torno a la que gira toda la trama. Son la prolongación del personaje de Carvel, tanto por la relación de los tres personajes como en términos de estructura de guión, pues simbolizan las dos partes de una misma historia, destinadas a encontrarse para poner fin a lo que comenzó hace más de treinta años. 

La estética del cómic 

En Utopia encontramos unos personajes y una trama argumental que no dejan indiferente a nadie. Una historia original, bien estructurada y que abre el debate a cuestiones complejas como la intervención de la ciencia en el desarrollo natural de la humanidad, dónde están los límites morales de la ciencia o la capacidad del ser humano para jugar a ser Dios y sus consecuencias. Pero lo que verdaderamente hace de esta serie una obra extraordinaria y diferente a otras series de este género realizadas en los últimos años es el tratamiento de la imagen. En esta serie se trabaja de forma exquisita la fotografía, el uso de los colores en las escenas para resaltar así a los personajes o  el empleo de colores luminosos y muy saturados para destacar determinados elementos. Este peculiar uso del color, que se asemeja a la estética del cómic, guarda una relación directa con la historia, pues esta comienza y se desarrolla con la búsqueda del "cómic" Utopia, y cuyo documento gráfico se encuentra presente como la clave de toda la historia.  En este sentido, el color se convierte en un elemento narrativo, sobre todo el amarillo, que aparece en varias ocasiones clave a lo largo de la trama, e incluso se encuentra presente en la cabecera (una cabecera breve y austera, al estilo de la cabecera de Lost). El color amarillo aparece casi siempre como indicativo de la actividad de La Red en la escena, pues aparece desde el principio tanto en la ropa de Arby y su socio como en la bolsa que llevan con las armas que usan en sus ataques. Además del uso del color, los encuadres también están muy trabajados, convirtiendo cada plano en una fotografía evocadora y llena de significado por sí sola. 


Tras analizar la trama, los personajes y la fotografía, un último elemento que merece una reseña es la banda sonora. Esta sigue en cuanto al sonido una línea semejante a la que realiza la cabecera en el terreno de la imagen. Es decir, se trata de una banda sonora  totalmente aséptica, que a la vez resulta envolvente. Pero, a pesar de tratarse de melodías sobrias, está perfectamente estudiado su uso en relación a los personajes y la imagen. Por un lado, los sonidos muestran algunas notas discordantes y son en ocasiones algo estridentes, provocando un efecto similar al que provoca el uso de los colores saturados en la imagen. Por otro lado, el carácter aséptico de la música se relaciona directamente con la personalidad de los dos personajes principales, e incluso con la frialdad del entorno científico que protagoniza la segunda parte de la trama.

Excelente y concisa

Indudablemente, todos los elementos tanto audiovisuales como estructurales de la serie encajan conformando una de las mejores obras que se han realizado en la última década. Además de los elementos analizados anteriormente, el hecho de que la serie se desarrolle en tan solo doce capítulos contribuye al dinamismo de la trama, a captar rápidamente la atención del espectador, y al desarrollo de la historia de manera concisa y sin preámbulos, que es lo que en muchas ocasiones hace que una buena idea pierda fuerza a medida que van avan
zando los capítulos. Además, esto responde también al nuevo modelo de espectador, que cada vez tienen menos disponibilidad para afrontar capítulos o tramas demasiado extensas.

Sin duda, Utopia es una de las series que funcionan como referente tanto en términos audiovisuales en el diseño de la fotografía como a nivel de guión y diseño de los personajes.