jueves, 4 de agosto de 2016

PENNY DREADFUL




Ficha técnica



Título: Penny Dreadful
Guión: John Logan, Andrew Hinderaker, Krysty Wilson-Cairns
Director: John Logan, James Hawes, Damon Thomas, Brian Kirk, Paco Cabezas, Juan Antonio Bayona, Coky Giedroyc, Dearbhla Walsh, Kari Skogland, Toa Fraser
Año: 2014
País: Estados Unidos
Episodios: 27
Reparto: Eva Green, Josh Hartnett, Timothy Dalton, Harry Treadaway, Rory Kinnear, Billie Piper, Reeve Carney, Danny Sapani, Simon Russell Beale, Olivia Llewellyn, Olly Alexander, Alex Price, David Warner, Alun Armstrong, Hannah Tointon, Anna Chancellor, Helen McCrory, Gavin Fowler, Robert Nairne, Jonny Beauchamp
Productora: Showtime, Sky Atlantic, Neal Street Productions, Desert Wolf Productions
Fotografía: Xavi Giménez, Owen McPolin, P.J. Dillon
Música: Abel Korzeniowski
Género: Terror


Creator

Penny Dreadful es una serie de televisión emitida por primera vez en 2014 y que supone el debut de John Logan como guionista en series de televisión, aunque ya había trabajado en otros proyectos de estética y atmósfera similares, como la película musical Sweeny Todd, the demon barber of Fleet Street, dirigida por Tim Burton.

Penny Dreadful comienza con la búsqueda desesperada de la hija de Sir Malcom Murray, Mina, quién se piensa que ha desaparecido a manos de unas criaturas demoníacas. Sir Malcom forma un grupo en el que se encuentra Vanessa Ives, amiga de Mina, que recorrerá los rincones más recónditos del Londres del siglo XIX en busca de la chica. En este proceso los personajes tendrán que hacer frente a diferentes criaturas que están al servicio del mal.

Aunque al inicio de la serie parece que los protagonistas absolutos de la trama serán los miembros de la familia Murray, según avanzan los capítulos se revela un peso absoluto en la historia del personaje de Vanessa Ives, interpretado por Eva Green. Este es un personaje complejo desde el punto de vista del diseño de su psicología, su desarrollo y evolución se fundamentan en su lucha interna entre el bien y el mal, y el acecho constante que suponen para ella sus debilidades.  Es a través de este personaje donde se deja ver la constante lucha entre el bien y el mal, en la lucha entre el grupo formado por Murray y las criaturas contra las que luchan, que ponen a prueba constantemente la estabilidad emocional de Vanessa.

Otro de los puntos fuertes de la serie, y que establece un punto de conexión con el espectador a través del imaginario colectivo, es la aparición de personajes de la historia de la literatura readaptados a esta nueva trama. Estos personajes, entre los que se encuentran el doctor Frankestein, Dorian Gray y Drácula, guardan los aspectos más básicos de su diseño original. Pero a través de su adaptación en una historia con nuevas relaciones, y la adjudicación de nuevos obstáculos en su trayectoria vital, se pueden observar las diferentes caras de una misma moneda, las diferentes personalidades que residen en estos personajes. Otro de los personajes de la historia de la literatura que adquieren relevancia en la tercera temporada es el doctor Jekyll. Con el doctor Frankestein ya se había mostrado la dicotomía que está presente en la serie entre la fe y la ciencia. Con la llegada del doctor Jekyll se ponen de manifiesto los límites de la ciencia, tanto morales como límites reales en cuanto al conocimiento. Además, en la relación de ambos personajes, se crea un debate con respecto a las motivaciones que les pueden llevar a trabajar con la vida de las personas que ponen en sus manos al servicio de la ciencia y a las que despojan de todo atisbo de humanidad que pudieron tener en su vida anterior.


Such is our power


En esta serie el trabajo de fotografía es clave para hacer que el espectador se sumerja en el universo Penny Dreadful y se vea envuelto en esa atmósfera de misterio y terror que narra la trama. La imagen que se crea es muy similar a la que se mantiene en muchas otras obras ambientadas en el Londres del siglo XIX, como la mencionada anteriormente Sweeny Todd, the demon barber of Fleet Street, de Tim Burton. Nos encontramos ante un encuadre generalmente sombrío y oscuro, con predominancia de tonos azulados y con una iluminación lúgubre y misteriosa. Es una imagen muy cuidada y en la que se prioriza la relación entre la imagen y el guión. Ambos elementos se complementan y están en consonancia el uno con el otro, y esta es una de las claves que hace que una obra audiovisual sea buena. La imagen no es un mero complemento, sino que tiene una expresividad y narrativa propias que deben explotarse para que cada imagen brille junto con el resto de elementos.

En Penny Dreadful la imagen es cuidada hasta en el más mínimo detalle, y esto hace ver al espectador encuadres únicos que en ocasiones parecen lienzos, en los que ningún elemento es incluido en el cuadro al azar.


Por otra parte, el diseño de sonido es otra de las piezas que no se dejan al azar en esta obra. El trabajo de los elementos sonoros refuerza esa atmósfera envolvente que comienza con la imagen y que añade información emocional al conjunto de la obra. Pero, por comentar algún desajuste en este terreno, el elemento sonoro tiene en Penny Dreadful el inconveniente de que no se respetan los silencios en todo momento, lo que podría dar lugar a un mayor dramatismo, sino que estos son sustituidos por música. Una música que, en ocasiones, sobra y no aporta nada, sino que resta.


Such is our kingdom


La cabecera de Penny Dreadful es, como cabía esperar viendo el resultado de la serie, una obra maestra que merece un capítulo aparte. En ella se alternan breves planos que nos presentan a los personajes principales con otros planos que representan detalles que tienen relación con la trama de la serie, y que son los que más presencia tienen en la cabecera. Estos planos detalle muestran una vez más la lucha entre el bien y el mal, que funciona como hilo conductor de la trama.

A través de la cabecera se puede ver la historia que representa la trama de la serie, o más bien, la historia de la protagonista hasta su final.




En los primeros planos de la cabecera podemos ver como la fe en Dios que los personajes tenían comienza a decaer. Esto está representado en los planos de los crucifijos, siendo el plano del crucifijo bajo el agua el que tiene más peso en esta idea. Al ver que la ayuda de Dios no será suficiente, Vanessa Ives recurre a la brujería para protegerse. Esto lo representan el plano del escorpión, imagen que utiliza como amuleto la protagonista, y la imagen de las cartas. Estos primeros planos representan la crisis de fe de Vanessa.




Las criaturas empiezan a salir a la luz y acechan cada vez con más fuerza, respondiendo a la defensa que ejercen los trabajos de brujería perpetrados por Vanessa. Cada vez Vanessa sufre más heridas en su alma, lo que está representado a través de la flor de la que brotan gotas de sangre. Esta imagen representa el principio de la corrupción y decadencia de Vanessa,  y volverá a aparecer al final de la cabecera para representar su muerte.




Los planos descritos hasta ahora muestran la corrupción que invade a los hombres por criaturas que están por encima de la humanidad. En cada grupo de planos se presentan, no de forma azarosa, unos determinados personajes. Junto con los planos detalle que representan la dualidad entre el bien y el mal al comienzo de la cabecera aparecen los personajes que en la trama se encuentran amenazados por las criaturas del inframundo (Vanessa, Sir Malcom Murray y Ethan Chandler). El siguiente grupo de planos comienza con un plano detalle de la mano del doctor Frankestein abriendo un cadáver. Estas imágenes representan la parte de la historia en la que la depravación de los hombres se produce a causa sus propios actos, y no a manos de otros entes. Por ello, entre estos planos encontramos la presentación de personajes como el doctor Víctor Frankestein, Dorian Gray y Brona o Lili, como pasará a llamarse tras pasar por los experimentos de  Víctor. Estos personajes representan las consecuencias que puede sufrir el hombre que juega a ser Dios.




Finalmente, los últimos planos muestran cómo Vanessa queda atrapada en las redes del mal. Aquí vemos el fatal final de la protagonista en la taza que cae al suelo derramando toda la sangre de su interior, y a Drácula, culpable de este final, representado con el vuelo de los murciélagos.


Such is my kiss

Penny Dreadful es una serie que lo tiene todo para caminar hacia el éxito. Tiene elementos fantásticos que son contrarrestados para no sobrecargar la historia con unos personajes muy reales. Sus sentimientos son emociones muy aferradas al imaginario colectivo que hacen que la trama no sea puramente fantástica. La serie también cuenta con un muy buen reparto, una buena trama, una buena propuesta estética y una gran calidad técnica. 

¿Qué ha pasado entonces? Una serie con todos estos elementos no consigue los índices de audiencia esperados y se cancela con el final de la tercera temporada, aunque gran parte de los responsables de la serie aseguran que le había llegado su hora.

Aunque breve, ha sido intenso. Para los que hemos tenido el privilegio de verla se nos ha acabado una de las mejores series de terror de la época. Y para los espectadores españoles, también deja un buen sabor de boca saber que en esta serie han trabajado profesionales españoles como Bayona y Paco Cabezas.